¿Qué pasaría aquí si unos padres se llevan a su hijo del hospital?

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Un hombre entra con sus hijos en el hospital de Málaga donde está ingresado Ashya King.
Un hombre entra con sus hijos en el hospital de Málaga donde está ingresado Ashya King. MARCOS Moreno< / span> Afp< / span>

La salud del menor prevalece por encima de la decisión de sus tutores

02 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los padres de Ashya permanecen detenidos por llevarse a su hijo de un hospital del Reino Unido. Fueron localizados en Málaga tras una orden de busca y captura. ¿Ocurriría lo mismo en Galicia? Probablemente, tal y como opinan los expertos.

¿Qué hace el hospital si un menor desaparece del centro sin haber sido dado de alta?

Se emite un parte de fuga y se pone en conocimiento de un juzgado de guardia. Es ahí donde el juez debe adoptar las medidas que considere precisas. Desde el Complejo Hospitalario de Santiago recuerdan que no es una situación única para los menores, ya que hay otros contextos de riesgo como puede ser un paciente infecto contagioso, que supondría un problema de salud pública, o un paciente psiquiátrico.

¿Quién decide sobre la salud o tratamiento de un menor?

Evidentemente son los profesionales sanitarios los que proponen el tratamiento o las actuaciones médicas a seguir, pero es el tutor legal, en la mayoría de los casos los padres, quienes dan el consentimiento. No obstante, si el pequeño tiene ya doce años, debe escucharse su opinión, explica Eugenio Moure, abogado experto en derecho sanitario. Cuando el menor está ya emancipado o ha cumplido los 16 años puede tomar sus propias decisiones, pero en caso de que haya un riesgo grave según el facultativo, los padres serán informados y su opinión será tenida en cuenta.

¿Puede un facultativo actuar sin tener en cuenta la opinión de los padres?

Si se ve obligado. El primero de los casos es la urgencia vital o cuando al sanitario no le es posible conseguir una autorización. Esta situación sería idéntica tanto en el caso de un adulto como de un niño. Es decir, ante una situación crítica en la que hay una urgencia vital y el enfermo ni está consciente, el facultativo actúa. La diferencia estriba en otro tipo de intervenciones. A partir de la mayoría de edad, un paciente capaz puede rechazar un tratamiento o una intervención, y ni siquiera tiene que argumentarlo. Pero si es menor, los padres no pueden decidir que su hijo no reciba una asistencia médica determinada si esto supone un grave riesgo para su salud. En este caso, el hospital debe pedir una autorización judicial, salvo que no haya tiempo y deba intervenir ya. «Si no es mayor de edad, el valor de la vida es indisponible», dice el pediatra y director asistencial del hospital San Rafael de A Coruña, Antolín Rodríguez; es decir, nadie puede disponer de ella. No obstante, Rodríguez matiza una cuestión sobre el caso de los padres ingleses: «Los testigos de Jehová no son suicidas, buscan alternativas».

¿Qué puede ocurrirle a los padres?

Los padres o tutores son los responsables de sus hijos. La Administración, por lo tanto, puede retirarle la custodia a un progenitor cuando existe abandono, como ocurriría en un caso de malnutrición. Es si los padres se niegan a entregar al menor cuando podría incurrirse en un delito, por desobediencia a la autoridad, y emitir incluso una orden de búsqueda y captura. Moure recuerda por ejemplo el niño ourensano con obesidad mórbida, un caso que acabó con la retirada de la custodia a sus padres.