El Constitucional amparó a unos padres cuyo hijo murió tras negarse a una transfusión

La Voz

SOCIEDAD

02 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Tanto el abogado Eugenio Moure como el médico Antolín Rodríguez, quien precisamente dará una charla el jueves en Santiago sobre un tema muy similar, coinciden al aludir a un caso que ha creado jurisprudencia en España, el de un niño de 13 años que murió después de negarse a una transfusión. Tras una caída que se complicó en Huesca, los médicos plantearon la necesidad de una transfusión, pero los padres, testigos de Jehová, se negaron, aunque no a otro tipo de tratamientos. Como era la única opción, el centro hospitalario actuó solicitando una autorización judicial y los padres la acataron, pero cuando quisieron hacer la transfusión al menor se encontraron con que este se negaba de forma tan violenta que el riesgo era mayor. Finalmente el pequeño falleció unos días después, y aunque se le realizó la transfusión, ya estaba en coma y no pudo hacerse nada por él.

A los padres se les acusó de un homicidio por comisión de omisión, y aunque la Audiencia Provincial los absolvió, el Tribunal Supremo los condenó a una pena de cárcel, al entender que los padres debieron convencer al niño. Pero el Constitucional acabó finalmente absolviendo a los padres, ya que sería totalmente contrario a las convicciones religiosas que los padres convencieran al menor, quien además tenía esas mismas creencias. El abogado Eugenio Moure, de hecho, insiste en que en estos casos depende mucho de cuáles sean las motivaciones.