Ya está aquí la minimoto de agua

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

Los propulsores que usan buzos militares son el último juguete de playa

30 ago 2014 . Actualizado a las 14:25 h.

Para los buceadores más avezados, los propulsores náuticos no son novedad; para mí, probarlos fue como convertirme en James Bond en una de sus fugas náuticas más elegantes. Por algo son los nuevos juguetes de playa: una especie de minimotos que apenas pesan cinco kilos y abultan el doble que un flotador.

Agarrada a sus asas podría haber llegado desde la zona del castillo de San Antón (A Coruña), donde nos tiramos ayer al agua con los artefactos, hasta la costa de Mera en poco más de una hora. Pero a los instructores de Buceo Coruña la idea no les pareció operativa para una primera toma de contacto. «Hoy casi no hemos podido bucear por el estado del mar, hay que tener cuidado y hace falta un mínimo de entrenamiento», fue la frase con la que el instructor Jesús Corzo aplacó las ganas de aventura.

Solo hay que flotar un minuto con la minimoto para darse cuenta de lo golosa que es. Recorre un par de nudos por hora y su motor eléctrico no hace ruido, así que la sensación es la de ir remolcada por un barquito bajo el sol. Lo dicho, en plan espía pijo. Las cinco que tiramos al agua en A Coruña son del modelo más básico -también el más manejable- y se podrían llevar a cualquier playa para recorrerla de un cabo a otro sin despeinarse. Aunque mientras una ya fantaseaba con pasear por los arenales del Orzán, Riazor e incluso recalar en O Portiño para un aperitivo, los propietarios del aparato se pusieron serios y frustraron cualquier tentativa.

Estos propulsores son efectivos para llegar al fondo. Y por eso los buzos de la Guardia Civil y otros militares llevan años haciendo uso de ellos, sobre todo a la hora de intervenir en rescates, porque permiten ganar profundidad en unos minutos e inspeccionar cualquier costa. Hay que tener cuidado si se emula esta maniobra, ya que sumergirse de prisa entraña riesgos y puede hasta dejarnos sordos. ¡Vale! Como todo, es un aparato peligrosillo si se usa mal, pero el dato de que las minimotos son una evolución de las que usa el Ejército las hace, si cabe, más apetecibles.

«No se pueden comparar las que se ven en las tiendas náuticas, para usar en la playa, con las que se emplean en actividades comerciales o de seguridad; son menos potentes y más asequibles», precisan los responsables de Buceo Galicia, que cuentan con una buena flotilla de escúteres náuticos. Casi siempre los emplean para acercarse con rapidez a los barcos o trasladarse de una zona de buceo a otra. Añaden que «con modelos más potentes hay que tener más cuidado y el agua incluso molesta en la cara», pero con uno pequeño se podría pasar el rato en cualquier charca, aunque siempre con precaución, como cuando se usa una moto de agua y hay bañistas cerca.

Me queda claro que es un producto pensado para el buceo y que hay que usarlo con sentidiño, pero cuando la sesión acaba dan muchas, muchas ganas de darse un nuevo chapuzón y llegar por mar al chiringuito más solicitado o la cala más secreta. Lo dicho, muy en plan James Bond.