Un gallego identifica dos sustancias que pueden detener el párkinson

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El gallego Francisco Pan-Montojo trabaja en el clúster de Sistemas Neurológicos de Múnich.
El gallego Francisco Pan-Montojo trabaja en el clúster de Sistemas Neurológicos de Múnich.

Están presentes en frutas y lácteos y protegen a la célula de los pesticidas

19 ago 2014 . Actualizado a las 19:58 h.

Ácido glicólico y D-lactato. Si no le suenan estos nombres sepa que son sustancias que se utilizan en buena parte de las cremas y tratamientos de belleza y para la eliminación del acné, y que se encuentran en estado natural en determinados tipos de frutas y productos lácteos. Pero estos componentes también pueden ayudar a prevenir la aparición de formas tempranas de párkinson, que surgen alrededor de los 40 años, ya que protegen a las neuronas dopaminérgicas de las alteraciones producidas por la exposición a pesticidas y otras sustancias tóxicas, una de las causas del origen de la enfermedad. Así al menos se recoge en un estudio científico publicado en la revista Biology Open realizado por un equipo de científicos alemanes entre los que se encuentra el gallego Francisco Pan-Montojo, que está como primer autor y que trabaja en el Clúster de Sistemas Neurológicos de la Universidad de Múnich.

El párkinson está causado en parte por las mutaciones en el gen DJ-1 que impiden que se exprese la proteína del mismo nombre, lo que da lugar a alteraciones en la mitocondria que generan un estrés oxidativo en las células y la aparición temprana de la patología. En este contexto, lo que se acaba de descubrir es que la función más importante de esta enzima es la producción de ácido glicólico y D-Lactato. Estas sustancias son, precisamente, las que faltan en los pacientes de párkinson con mutaciones en el gen DJ-1. Su ausencia es, de hecho, uno de los factores de riesgo de la patología. Por contra, su presencia protege la mitocondria, la central energética de la célula, de agresiones externas como los pesticidas.

Pan probó en cultivos de neuronas dopaminérgicas de ratones modificados genéticamente que los ácidos glicólico y láctico aumentan la supervivencia de este tipo de células, cuya eliminación es lo que provoca la aparición del párkinson. Para verificarlo se expuso primero a las muestras a un pesticida, el Paraquat. ¿Cuál fue el resultado? «En dos días se murieron la mitad de las neuronas dopaminérgicas», explica el investigador coruñés, que hace dos años confirmó la relación entre los plaguicidas y la patología.

Luego se aplicó el tratamiento con las dos sustancias y la situación cambió de forma radical. «Pudimos demostrar -apunta Pan-Montojo- que estas sustancias son capaces de evitar en su totalidad la muerte de neuronas que eran tratadas con Paraquat». Es más, la acción de estos dos componentes no solo protege a las células sino que es capaz de reparar el daño al que habían sido sometidas y revertir la mortalidad. «Este descubrimiento abre la posibilidad de que se desarrollen tratamientos que prevengan la aparición de la enfermedad y que nos protejan frente a toxinas medioambientales».

La investigación, sin embargo, aún es preliminar. Todavía queda por probar estos resultados en modelos animales y encontrar el mecanismo que lo hace posible. «Sabemos que pasa, pero aún no sabemos por qué», explica Francisco Pan-Montojo, quien como médico también advierte que aunque el ácido D-Láctico, presente en yogures, puede ser bueno para prevenir el párkinson tampoco conviene abusar en exceso. «Hay que hacer ensayos clínicos para ver si nuestra investigación funciona en pacientes», subraya.