Tras varias jornadas en la que los cielos encapotados y las precipitaciones no dejaron apenas tiempo para echarse sobre la toalla ayer el astro rey se dejó notar y la respuesta de los gallegos fue rápida. Desde los arenales de A Guarda hasta los de A Mariña lucense, los bañistas, ya de mañana, cogieron sitio.
En la comarca de Vigo los concurridos destinos de Samil y de Cangas tuvieron público. Igualmente en la ría de Pontevedra, especialmente la turística Sanxenxo y los arenales de Raxó, en Poio. La respuesta al sol fue también unánime más al norte. Riazor y Orzán así como Mera o Miño y otros puntos del entorno ártabro tuvieron bastante asistencia. La tregua que dio el tiempo se dejó sentir en Ferrol, donde la playa de Doniños fue un ir y venir de veraneantes, lo mismo que Barbanza, aunque en esta ocasión sin los temibles atascos.