Un gallego que prepara el MIR desvela cómo un tumor benigno se convierte en cancerígeno

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LAVOZ

SANTIAGO CIUDAD

Adrián Mosquera, de 25 años.
Adrián Mosquera, de 25 años.

Adrián Mosquera, de 25 años, consigue descifrar, con sus investigaciones independientes, la ruta biológica que convierte en maligno los meningiomas

28 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Adrián Mosquera es un joven de 25 años que está preparando el MIR para formarse como oncólogo tras licenciarse en Medicina por la Universidade de Santiago. Hasta aquí nada anormal, pero lo que convierte su caso en excepcional es que trabajando con sus propios medios, sin ningún grupo de investigación que lo respalde, ha conseguido descifrar la ruta biológica que convierte en maligno a uno de los tumores intracraneales más frecuentes, los meningiomas.

Este tipo de cánceres son clínicamente benignos en aproximadamente el 80 % de los casos, pero en otros tienden a progresar hacia formas más agresivas que complican el pronóstico, porque son difíciles de operar debido a su compleja localización, suelen reaparecer después de la intervención y son resistentes a los tratamientos. El trabajo ha sido recogido en la revista científica Frontiers in Oncology, del grupo Nature, que incluso financió a Mosquera los costes de publicación, de 1.600 euros, ante el interés del estudio, lo que tampoco es habitual.

«No estoy asociado a la universidad ni a ningún grupo de investigación, mis publicaciones son independientes», explica Mosquera, un joven de Bertamiráns a quien su pasión por la bioinformática le permitió rastrear infinitas bases de datos genéticos sobre la enfermedad, analizarlos, interpretarlos y llegar a unas conclusiones que también han merecido la atención de la Sociedad Europea de Oncología Médica, que le ha pedido una revisión sobre la investigación científica de los meningiomas que se publicará en septiembre en Treatment Strategies Oncology. Y todo lo hizo en su casa, con su ordenador, después de formarse como autodidacta en bioinformática, una de las áreas clave para sacar partido a los millones de datos de los estudios genéticos que continuamente se publican. «La bioinformática -dice- es la democratización de la ciencia, porque ya no necesitas de grandes equipos para investigar».

Nuevas dianas terapéuticas

Los datos le permitieron identificar un gen, el ERCC4, previamente asociado a estos tipos de cáncer, y otros de la familia de las cadherinas que son vitales para la progresión del tumor, entre otros aspectos clave. «El estudio -dice Mosquera- pone de relieve mecanismos importantes para la progresión maligna de los meningiomas que son grandes candidatos para la intervención terapéutica».