El concierto comenzó con media hora de retraso
27 jul 2014 . Actualizado a las 11:29 h.Guitarras eléctricas y acústicas, sintetizadores, txalapartas y otras piezas de percusión forman la peculiar mezcla de instrumentos que utiliza Crystal Fighters y que da idea de lo que de ahí resulta. La fusión de elementos de la tradición folclórica vasca con las nuevas tecnologías produce un género difícil de definir pero que triunfa, especialmente en sus directos. Así lo confirmó ayer en Santiago la banda indie del momento, que volvió a arrancar los aplausos y vítores del público con su folk electrónico y su filosofía hippy.
El concierto comenzó con un retraso de más de media hora en la plaza de A Quintana, pero solo con oír los primeros acordes de Follow, el público ya se había olvidado de las largas colas que tuvo que soportar para acceder al recinto. Le siguieron La Calling y Separator. Y cuando llegó el momento de su último gran éxito, Love Natural, la euforia se desató en una plaza de A Quintana entregada en cuerpo, laringe y alma. No menos aclamados fueron otros temas como You and I o Love is All I Got, dos regalos de su primer álbum (Star of Love, 2010), con los que consiguieron revolucionar una plaza poblada de veinteañeros indies.
El grupo hizo corear sus letras en inglés a cerca de cuatro mil personas, bajo un espectacular techo de estrellas cristalinas, en la que fue una noche de verano sencillamente perfecta.