Barro y mucha diversión en A Fraga

Fran García, C. E.

SOCIEDAD

Miles de personas disfrutaron en As Pontes de la música y las batallas de calimocho

26 jul 2014 . Actualizado a las 22:42 h.

Barro, cerveza y calimocho fueron los protagonistas de la mañana en As Pontes. La villa minera vivió uno de los momentos más esperados del año, la Romería de A Fraga, una fiesta que ya ha sido declarada de interés turístico nacional y que se celebra cada 25 de julio en la carballeira Fraga de Dona Rita, a orillas del fabuloso río Eume. ¡Todo un espectáculo!

Tras una noche larga, llena de reencuentros, charlas, folk y mucha fiesta, los romeros que acudieron comenzaban a reunirse cerca de la una del mediodía en la explanada de la fiesta. El cielo estaba nublado y caía una leve llovizna pero esto no impidió -imposible- que miles de personas asistiesen a una de las citas más multitudinarias de la zona: la atípica sesión vermú en la que los que participan saben que no se puede salir impoluto.

La orquesta Cinema, que cumplía su tercer año en A Fraga, abrió el telón a las dos en punto ante una multitud de romeros que aguardaban impacientes a que comenzase el espectáculo. No había tiempo que perder. Desde el instante en el que la orquesta comenzó a tocar los primeros acordes, los jóvenes empezaron a saltar y a llenarse de barro, de cerveza y de calimocho al grito de guerra de todos los años: A Festa da Fraga, Festa Nacional. Y mientras iban sonando las canciones, algunas populares y otras de grupos conocidos por todos, como AC/DC o SKA-P, el cielo de la villa minera se iba tiñendo de marrón debido al lanzamiento entre romeros de camisetas, sombreros, zapatos, barro, harina o cualquier otro objeto que se tuviese a mano para la batalla y que, obviamente, no fuese peligroso. Entre la multitud, un disfraz de dinosaurio, un hombre convertido en bailarina o un chico disfrazado de payaso eran solo algunos de los muchos atuendos especialmente originales y preparados para la ocasión que se podían divisar. El objetivo estaba claro, pasárselo lo mejor posible, aunque no lo consiguieron todos, ya que según informó la Policía Local una chica tuvo que ser atendida por lesiones que se hizo en una pierna al saltar al son de la música.

Llegadas las tres de la tarde, y a pesar de las protestas de un público entregado que solicitaba algunas canciones más, la orquesta Cinema dio por finalizada la sesión vermú de esta Fraga 2014. Pero ahí no acababa la fiesta ya que, como es tradición, los romeros desfilaron en masa al ritmo de los tambores de Borumbaia Percusión hacia las frías aguas del río Eume para intentar borrar de sus cuerpos una segunda piel de barro, vino y cerveza. Allí, los curiosos que no habían estado en la sesión vermú y se acercaban únicamente a echar un vistazo tenían muchas papeletas para acabar, contra su voluntad, dentro del río. Es lo que hay en A Fraga.

Tras el baño, la calma

Después del baño, llegaba la calma. Era la hora de juntarse con amigos y la familia a comer y reponer fuerzas para lograr mantenerse al pie del cañón hasta que se decretase el final de la fiesta. Durante toda la tarde, los miembros de Borumbaia Percusión recorrieron la zona donde los romeros se esmeraron toda la semana para levantar sus cabañas, seguidos por una multitud de jóvenes incansables que hacían tiempo hasta que llegase el turno de las actuaciones musicales programadas para la noche y en las que el plato fuerte era la presencia de la banda de rock gallega Heredeiros da Crus.