El príncipe Carlos Felipe de Suecia se casará con una estríper

Alfonso R. Aldeyturriaga COLPISA

SOCIEDAD

La casa Real ha anunciado el compromiso de su único hijo varón con Sofía Hellqvist

27 jun 2014 . Actualizado a las 22:17 h.

Los cuentos de hadas existen. Y si alguien tiene dudas, que se lo pregunte a Sofía Hellqvist. O a la que el próximo verano se convertirá oficialmente en su suegra, Silvia. Porque Suecia puede presumir de haber conducido al trono a la primera reina plebeya de la oleada que ahora invade Europa. Sí, porque Carlos Gustavo se casó con quien quiso, siendo ya rey. Y ese alguien fue una azafata alemana que conoció en los Juegos Olímpicos de Múnich. Carlos Felipe, el segundo hijo de los reyes suecos, su único varón, dio con la que va a resultar ser la mujer de su vida en una discoteca. En una de sus innumerables salidas nocturnas. Dónde si no iba ser. De eso hace ahora cuatro años, tiempo más que suficiente para que los jóvenes hayan podido conocerse a fondo y, de paso, el resto de la humanidad también podamos saber de las andanzas pretéritas de Sofía

La futura princesa sueca -salvo que le dé por renunciar al título, tratamiento real y todo lo que ello conlleva como hizo el marido de Magdalena, Christopher O'Neill, la benjamina de la familia- tiene un pasado filmado, fotografiado y televisado. La ya prometida del príncipe Carlos Felipe, que en diciembre cumplirá 30 años, ejerció como estríper, posó en paños menores y sin paños para varias publicaciones, también hizo sus pinitos en el cine -erótico, como no podía ser de otra manera- en Las Vegas, de la mano de Jenna Jameson, conocida como la reina del porno. Y para completar currículum participó en el reality Hotel Paradise, en el que los concursantes, todos de muy buen ver, se paseaban día y noche con muy poca ropa.

Un curso de estética

Y con este panorama se desayunaron un día Carlos Gustavo y Silvia cuando su único hijo varón -que llegó a ser oficialmente declarado heredero al trono al nacer por la vigencia de la ley sálica, desplazando al segundo lugar a Victoria de Suecia, aunque una ley retroactiva enmendó el error- les dijo que tenía novia. Además, la joven, que de encantos externos anda sobrada, tuvo que enfrentarse constantemente a la comparación con la anterior novia, durante una década, de Carlos Felipe. Emma Pernald parecía diseñada para un príncipe. De buena familia, amiga íntima de las hermanas de su novio... Pero nada, que el chico se enamoró de una chica de familia de clase baja, sin más estudios que un cursillo de estética.

Pues es esta imponente mujer la que el próximo verano, según ha anunciado la Casa Real de Suecia, acabará con la soltería del príncipe más apuesto del Viejo Continente. El pueblo sueco, escandalizado al principio, ha tragado. Y vaya si ha tenido que hacerlo porque allí, en Suecia, ha sido el Gobierno el que ha tenido que dar su conformidad, a consulta del rey Carlos Gustavo, al matrimonio de quien ocupa el tercer puesto en la línea de sucesión al trono con una joven sin oficio ni beneficio. Pero es que los cuentos de hadas existen.