Arqueólogos españoles descubren en Egipto una tumba de más de 4.000 años

La Voz EFE | EUROPA PRESS

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El Proyecto Djehuty del CSIC encontró en Luxor -antigua Tebas- una tumba de la dinastia XI del Antiguo Egipto

10 jun 2014 . Actualizado a las 15:52 h.

Un equipo español ha descubierto en el sur de Egipto una tumba perteneciente a la enigmática dinastía XI -del periodo comprendido en torno al 2150-1990 a.C.-, de la que poco se conoce. Cerca de la ciudad de Luxor, en la zona de Dra Abu al Naga, los arqueólogos del Proyecto Djehuty, liderado desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hallaron la tumba mientras realizaban excavaciones en tres pozos funerarios, que se remontan a la dinastía XVII (1580-1550 a.C.), en la parte occidental del patio que lleva a otro sepulcro de un alto dignatario de la corte egipcia entre los años 1500 y 1450 a.C. «Su interés radica en que las dinastías XI y XVII son lo que se conoce como periodos intermedios, de los que se tiene poca información», afirmó el jefe de la misión, José Manuel Galán.

A partir de un agujero en uno de los pozos, los investigadores descubrieron un túnel de veinte metros de longitud que conducía a la tumba que luego fue descubierta. Galán destacó que esta cámara funeraria, que había sido reutilizada durante la dinastía XVII, como lo demuestran los objetos encontrados en su superficie, todavía no ha sido estudiada, aunque en un primer paseo por su interior se encontraron restos humanos y piezas de cerámica. Los arqueólogos deberán esperar a la campaña del próximo año para localizar la entrada de la tumba y empezar desde ahí la excavación, agregó.

El Ministerio egipcio de Antigüedades señaló en un comunicado que la tumba hallada podría pertenecer a un hombre de Estado y tiene una forma cuadrada «muy bien tallada». «Su superficie grande y sus anexos indican que la tumba pertenece a un miembro de la familia real o a uno de los grandes responsables del Estado», según la nota. Además, el jefe del departamento de Antigüedades del Ministerio de Antigüedades, Ali al Asfar, explicó que la tumba pudo ser empleada como escondite debido a la gran cantidad de restos humanos descubiertos.

Djehuty y Valentina

El Proyecto Djehuty, financiado por Unión Fenosa Gas, con la colaboración del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, ha centrado su trabajo de los últimos cuatro años en la excavación al oeste del patio que conduce a la tumba de Djehuty, un área que estaba hasta el año 2007 ocupada por las casas de un poblado que fue entonces demolido y su población realojada en un pueblo con casa nuevas construidas expresamente.

Las excavaciones y los hallazgos de las cuatro últimas campañas se sitúan a metro y medio por debajo de sus antiguas casas. En la última campaña se han excavado tres pozos funerarios de la dinastía XVII. Uno de ellos, muy cercano a la entrada del patio de Djehuty, desciende seis metros y, al fondo, se abren dos pequeñas cámaras sepulcrales. La cámara norte tiene un agujero en su muro derecho, a través del que se accede a una gran galería subterránea.

El tamaño y la disposición de la galería indican que se trata de una tumba de la dinastía XI ya que es muy similar a algunas de las tumbas excavadas en los años setenta por Dieter Arnold en El-Tarif. El pasillo, muy bien tallado, tiene dos metros de alto y dos de ancho. Discurre a lo largo de más de 20 metros y gira en un ángulo de 50 grados para descender en rampa durante 20 metros más, hasta llegar a una cámara sepulcral cuadrangular.

En el ano 2009 el proyecto ya había encontrado dos enterramientos intactos de esta misma dinastía, hacía 2000 a.C., excavando a un metro por debajo del patio de entrada a la tumba de Djehuty. Uno pertenecía a una mujer de mediana edad, que los investigadores apodaron Valentina, adornada con un sencillo collar de fayenza y cuyo ataúd fue simplemente depositado sobre la roca del suelo y cubierto con arena.

El otro enterramiento, dentro de una pequeña oquedad en el terreno, pertenecía a un personaje llamado Iqer, que se hizo enterrar con sus bastones de mando, sus arcos y flechas. Su ataúd, pintado de rojo y con bandas de inscripciones con los signos jeroglíficos pintados de colores, se encuentra hoy en el Museo de Luxor. Los nuevos hallazgos confirman que estos dos personajes no estaban solos y que debajo de las tumbas de las dinastías XVII y XVIII se encuentra la necrópolis quinientos años más antigua, de hace 4.000 años, con algunos enterramientos todavía intactos.

La tumba del tesorero de Hatshepsut

Las excavaciones del Proyecto Djehuty se han desarrollado a lo largo de los últimos 13 anos en la colina de Dra Abu el-Naga, en el extremo norte de la necrópolis de Luxor, la antigua Tebas, situada en la orilla occidental de Luxor. Los dos trabajos principales de la investigación son las capillas y tumbas talladas en la falda de la colina pertenecientes a Djehuty, supervisor del Tesoro bajo la reina Hatshepsut (hacia el 1470 antes de Cristo) y Hery, que vivió medio siglo antes que el escriba real.

La cámara sepulcral de Djehuty resulto estar enteramente escrita con una de las versiones mas antiguas del Libro de los Muertos, mientras que la cámara sepulcral de Hery fue hallada enteramente llena de centenares de momias de ibis y halcones depositadas allí en el siglo II a. C.

Otros hallazgos singulares del Proyecto son el conjunto de pendientes de oro hallados a la entrada de la cámara sepulcral de Djehuty; un pizarrín de escuela de esa misma época, utilizado para aprender a escribir y dibujar (La Tabla del Aprendiz); una tela de lino con una inscripción que indica su fecha exacta de confección (año 2 del reinado de Amenhotep II), un cojunto de cincuenta ramos de flores (secas) de hace 3.000 años; y, en la campana de 2014, un enterramiento intacto de la dinastía XVII (hacia 1600 a. C.) que incluía un ataúd pintado en perfecto estado de conservación.