Durante casi dos horas los barcos realizaron la tradicional travesía en honor a la virgen del Carmen
02 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Burela se encomendó ayer un año más a la patrona de los marineros, la Virgen del Carmen, en la primera de las procesiones marítimas de la temporada. Los burelenses la adelantan porque la flota se va a la costera del bonito.
Cientos de personas atestaban los muelles como observadores de un desfile en el que participaron seis buques de gran tamaño y más de treinta unidades de menor porte. A unas tres millas del puerto, a la altura de As Laxelas, y en medio de un respetuoso silencio, se lanzó por la borda de la nave capitana, el arrastrero Río Xunco, la corona en memoria de los náufragos. Y Burela sabe de las tragedias que golpean a la familia marinera como nadie.
«Todo perfecto, un mar calmo e o meu agradecemento aos armadores que participaron no desfile», expresó el patrón mayor, Basilio Otero. Y es que la flota se resiste cada vez más a salir en los tradicionales desfiles desde que la normativa de seguridad se lleva a rajatabla. «A xente adaptouse aos medios de salvamento que levan a bordo; a un armador doelle decir que non, pero ante a posibilidade de que haxa un percance non queda máis remedio», explica Otero . Así, no hubo incidentes, solo algún sofocón porque el calor apretaba.
Burela apura sus fiestas, y en la medianoche de mañana, por aquello de que «en martes, ni te cases, ni te embarques», vuelta a la faena. En este caso en busca del preciado bonito del norte.