Investigadores descubren una proteína que puede conducir a una vacuna contra la malaria

Europa Press

SOCIEDAD

Esta enfermedad mata a un niño cada 15 segundos al año en el África subsahariana y el sudeste de Asia

23 may 2014 . Actualizado a las 01:00 h.

Investigadores del Hospital de Rhode Island, en Providence, Estados Unidos, han descubierto una proteína que es esencial para que los parásitos que causan la malaria escapen desde el interior de los glóbulos rojos. Los anticuerpos contra esta proteína atrapan el parásito dentro de estas células rojas de la sangre, por lo que podría conducir al desarrollo de una vacuna que podría prevenir la progresión de la malaria por 'Plasmodium falciparum', que mata a un niño cada 15 segundos al año en el África subsahariana y el sudeste de Asia.

«Hace seis años comenzamos a utilizar muestras para identificar nuevos candidatos a vacuna. Aunque una parte de esta investigación se llevó a cabo en ratones, los experimentos de descubrimiento de las vacunas actuales se realizaron con muestras humanas, por lo que creemos que los resultados efectivamente se traducen a los seres humanos», explica Jonathan Kurtis, director del Centro de Investigación en Salud Internacional del Hospital de Rhode Island y director de este estudio, que se publica este viernes en la revista 'Science'.

En los experimentos con ratones, los investigadores llevaron a cabo cinco ensayos de vacunas independientes en los que los ratones fueron vacunados con el nuevo antígeno, al que bautizaron como 'Schizont Egress Antigen-1' (PfSEA-1), o incluidos en el grupo de control. A todos los roedores se les infectó con parásitos de la malaria y en los cinco experimentos, los vacunados tenían niveles más bajos de parásitos de la malaria y sobrevivieron más tiempo que los no vacunados .

«Cuando mi compañero Dipak Raj descubrió que los anticuerpos contra esta proteína, PfSEA-1, atraparon eficazmente el parásito causante de la malaria dentro de las células rojas de la sangre, fue verdaderamente un momento de descubrimiento», dice Kurtis. «Muchos investigadores están tratando de encontrar maneras de desarrollar una vacuna contra la malaria mediante la prevención de que el parásito entre en las células rojas de la sangre y aquí encontramos una manera de bloquear su salida de la célula una vez que ha entrado. Si está atrapado en los glóbulos rojos, no puede ir a ninguna parte ni hacer más daño», explica.

Estos expertos mideron los anticuerpos de PfSEA-1 en toda una cohorte de nacimientos de 785 niños en Tanzania en 2002 implicada por colegas de los Institutos Nacionales de Salud norteamericanos y no vieron ningún caso grave de malaria en los menores con anticuerpos de PfSEA-1. Para generalizar sus resultados, usaron un banco de suero que habían recogido de 140 niños de Kenia en 1997 y hallaron que los individuos con anticuerpos PfSEA-1 tenían un 50 por ciento menos de parasitemia que las personas sin ellos durante una temporada de alta transmisión.

«Todavía tenemos ensayos adicionales que hacer, primero en otro modelo animal, pero esperamos comenzar los ensayos de fase I en humanos muy pronto», adelanta Kurtis. «Nuestros hallazgos apoyan a PfSEA-1 como un candidato potencial para la vacuna y estamos seguros de que podemos acercarnos al parásito desde todos los ángulos, lo que podría ayudarnos a desarrollar una vacuna realmente eficaz para prevenir esta enfermedad infecciosa que mata a millones de niños cada año», concluye.