El combustible solar ya es real

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un proyecto europeo logra por primera vez queroseno para motores de reacción a partir de luz concentrada, dióxido de carbono y agua

29 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Luz, agua y dióxido de carbono. Son los ingredientes básico del llamado a convertirse en el combustible del futuro: el queroseno solar, un producto limpio, respetuoso con el medio ambiente y creado a partir de materias primas prácticamente ilimitadas. Este tipo de carburante todavía está lejos de llenar el depósito de coches y aviones, pero que su producción es posible es algo que acaba de ser demostrado con el proyecto europeo Solar-Jet, presentado ayer en Bruselas por la Comisión Europea. La prueba es un vaso de combustible para reactores producido en condiciones de laboratorio utilizando luz solar simulada.

«Esta tecnología supone que un día podremos producir un carburante más limpio y abundante para aviones, automóviles y otras formas de transporte. Ello podría aumentar considerablemente la seguridad energética y convertir uno de los principales gases de efecto invernadero causante del calentamiento global en un recurso útil», subrayó ayer en la presentación la Comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn. Esta es, precisamente, una de las ventajas de la nueva tecnología, que convierte un gas contaminante, como es el CO2, en un recurso de provecho.

Los investigadores utilizaron en esta primera fase luz concentrada -luz solar simulada- para transformar el dióxido de carbono y el agua en gas sintético, una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono, en un reactor solar de alta temperatura que emplea materiales basados en el óxido del metal.

Este gas sintético fue convertido posteriormente en queroseno por la petrolera británica Shell, que participa en el proyecto, para lo que utilizó un proceso ya certificado denominado Fischer-Tropsch. Este carburante ya puede ser empleado por vehículos y aviones sin necesidad de que modifiquen sus motores.

Suministro seguro

«La combinación de ambos enfoques puede proporcionar un suministro seguro, sostenible y modulable de carburante de aviación, así como de gasóleo o de gasolina, o incluso de plásticos», según resalta la Comisión Europea. O, lo que es lo mismo, los resultados obtenidos en el proyecto abren la puerta para que se pueda producir cualquier combustible líquido de hidrocarburo a partir de luz solar, CO2 y agua.

«Con esta primera prueba de laboratorio se ha dado un paso importante hacia la obtención de combustibles verdaderamente sostenibles en el futuro a partir de materias primas prácticamente ilimitadas», resalta el coordinador del proyecto, el investigador Andreas Sizmann.

«Esta tecnología supone que un día podremos producir un combustible más limpio y abundante»

Máire Geoghegan-Quinn