En condiciones normales, al paciente se le intuba en una intervención de este tipo, de tal modo que un pulmón se colapsa y el otro se ventila con un respirador artificial. Existe otro método que evita la intubación, que consiste en la utilización de catéteres epidurales torácicos. En este caso no fue necesario colocar catéter epidural, puesto que al realizar una única incisión el dolor es menor y se puede bloquear desde la herida, con lo cual se reducen los riesgos.
El paciente se operó a las ocho de la tarde de un viernes y a las veinticuatro horas ya estaba para darle el alta, aunque se quedó hasta la mañana siguiente en el hospital por precaución.
«Esto es el futuro, porque reduces la agresión al paciente», sentencia el cirujano Diego González. Se mantiene la fisiología pulmonar y se evitan los riesgos de una anestesia general con intubación, que aunque son mínimos existen.
En cualquier caso, este tipo de procedimientos deben ser realizados solo por cirujanos con amplia experiencia en videocirugía torácica, así como por anestesistas expertos. También debe hacerse una correcta selección de los casos. En el futuro puede que el perfeccionamiento de ambos procedimientos permita operaciones en tumores mayores, pero de momento hay que esperar.