Un sensor de grafeno detecta una de las bacterias más mortíferas

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El «Staphylococcus aureus» es uno de los mayores riesgos hospitalarios

16 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Sepsis hospitalaria, neumonías e infecciones de todo tipo y en cualquier parte del cuerpo. Detrás de estos cuadros clínicos se esconde una de las bacterias más temibles, la Staphylococcus aureus, un patógeno responsable de miles de muertes al año en todo el mundo a causa de las infecciones que provoca en pacientes que ya están hospitalizados por otras patologías. La superbacteria, como también se la conoce, al igual que MRSA por sus siglas en inglés, es prácticamente inmune a los antibióticos, de ahí que las estrategias terapéuticas para evitar sus devastadores efectos pasen por una detección temprana. Sin embargo, con los métodos actuales es necesario que existan abundantes colonias en el organismo para advertir su presencia. Este obstáculo puede ser salvado con un biosensor de grafeno, un material revolucionario y con casi infinitas aplicaciones, desarrollado por investigadores del CSIC y de la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona, que permite detectar el microorganismo cuando ha formado tan solo una colonia, con lo que supera a los procedimientos que se están utilizando en la actualidad.

«Es una detección rápida, selectiva y ultrasensitiva», explica Wolfgang K. Maser, investigador en el Instituto de Carboquímica del CSIC y uno de los autores de un trabajo que ha sido publicado en la revista científica Biosensors and Biolectronics.

«Este biosensor supera sistemas existentes en simplicidad y rendimiento y, por lo tanto, representa un progreso decisivo hacia métodos de detección de microoroganismos rápidos y de tolerancia cero», subraya Jordi Riu, de la Universidad Rovira y Vigil. Una de las claves del nuevo sensor electroquímico es el óxido de grafeno empleado en su elaboración, que posibilita que una vez que se haya detectado el patógeno transmitir la señal al sistema eléctrico.

El método se ha ensayado con éxito en laboratorio, por lo que los investigadores se están planteando ahora «desarrollarlo de forma más profesional para dar el paso a humanos», explica Maser.

«Es un peligro»

German Bou, jefe de servicio de Microbiología en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) considera que la aparición de nuevos procedimientos para la alerta precoz de la Stapylococcus aureus es fundamental para controlar un patógeno que hace estragos en los hospitales, aunque fuera de este ámbito también puede producir, aunque de forma más excepcional, cuadros de neumonía más agresivos aún. «Es un peligro -advierte Bou- porque es muy agresiva y a los clínicos nos preocupa mucho».

Aparte de producir sepsis hospitalarias, neumonías, infecciones de piel y de las partes blandas puede inducirlas en las heridas derivadas de cualquier operación. «Puede causar infecciones en cualquier parte del cuerpo», subraya Bou, cuyo grupo trabaja en una vacuna para prevenir el patógeno.