La Casa Real se despide del yate Fortuna

EFE

SOCIEDAD

El yate Fortuna sale a la venta bajo el nombre de Foners
El yate Fortuna sale a la venta bajo el nombre de Foners MONTSERRAT T DIEZ

La embarcación se ha puesto a la venta bajo el nombre de Foners

28 mar 2014 . Actualizado a las 22:00 h.

El Fortuna, el yate que hasta el pasado verano tenía a su disposición la Familia Real para navegar en aguas de Baleares, ha sido rebautizado como Foners y puesto a punto en la base naval de Porto Pi, en Palma, de cara a su venta. El rey, que navegó por última vez en el barco en agosto de 2012, renunció en mayo del 2013 al uso de la embarcación, que le habían regalado en el año 2000 los empresarios e instituciones integrados en la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur), por lo que Patrimonio Nacional la devolvió a los donantes, que decidieron venderla.

El buque había permanecido en un hangar de Porto Pi, su base habitual, hasta que a primera hora del jueves fue amarrado al muelle con el propósito de ser trasladado este viernes hasta Port Adriano, un puerto deportivo del vecino municipio de Calvià. Diversos operarios han trabajado a bordo del yate para su puesta a punto con vistas a que los potenciales compradores puedan valorar su estado.

El antiguo Fortuna es un yate de alta velocidad de 41 metros de eslora, fabricado y equipado especialmente para el Rey, que costó en su día 3.000 millones de pesetas, uno 18 millones de euros.

El Fortuna fue construido a partir de 1997 en los astilleros Bazán en San Fernando (Cádiz) para sustituir al anterior yate, donado en 1979 por el monarca saudí Fahd, que a su vez reemplazaba a otra embarcación con el mismo nombre que el rey Juan Carlos utilizaba en aguas de Baleares desde agosto de 1976. Con un casco de aluminio y un peso de 35,4 toneladas, la embarcación puede alcanzar los 130 kilómetros por hora, dispone de un calado de 1,47 metros y 9,2 metros de carga máxima y cuenta con un salón, un comedor, una cocina y cuatro camarotes dobles para ocho pasajeros, así como con otras tres estancias para la tripulación, que puede estar compuesta por ocho personas.

La treintena de empresarios integrantes de la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares decidieron donar el yate para uso del rey «como muestra de reconocimiento» por sus «continuas pruebas de aprecio» al archipiélago y sus habitantes.