Jaque a la torre

Antonio Río Vázquez HISTORIA DE LA ARQUITECTURA DE LA UDC

SOCIEDAD

12 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

París escogió la torre. A pesar de las críticas a su construcción, al finalizar la exposición universal de 1889, otras notables arquitecturas como la Galerie des Machines fueron relegadas a la piqueta. Pero el menhir de hierro construido por Eiffel prevaleció, levantándose como símbolo por encima de la ciudad e incluso de la nación. Son las singularidades del patrimonio, más aún del moderno, cuya proximidad hace más compleja su valoración y más difícil su conservación. Icono de la modernidad y complejo problema técnico y funcional de arquitectura, el edificio en altura fue desarrollado magistralmente por varios autores: Mies van der Rohe lo convirtió en su reto personal mientras Le Corbusier lo hizo manifiesto de su ciudad radiante, proponiéndolo reiteradamente para su urbe real. Emblema también del banal desarrollismo de nuestras ciudades, las torres fueron generalmente denostadas, criticándose por su ubicación cerca de cascos históricos y por la destrucción de la silueta tradicional urbana. Pocas veces el debate fue más allá de la escala para llegar a sus valores arquitectónicos. Son muestras de la complejidad del patrimonio moderno.