Galicia es un relicario

nacho blanco REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Desde un dedo de Santiago, pasando por el cráneo de San Rosendo o leche de la Virgen, los templos gallegos guardan más de un centenar de reliquias

09 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La detención la semana pasada de los ladrones de un pedazo de tela impregnada en sangre del papa Juan Pablo II en Italia ha reavivado el interés por las reliquias. En más de 2.000 años de cristianismo se han esparcido por el mundo millones de fragmentos que hoy ocupan lugares de privilegio en los templos. Y Galicia no es una excepción.

A medio camino entre la superstición, la leyenda y la realidad, las reliquias tuvieron su bum durante el medievo. Los cuerpos y ropajes de santos fueron «diseccionados» y enviados a puntos distantes dándose casos en los que de un mismo santiño había miles de huesos repartidos por los cinco continentes. Existió un comercio fructífero de reliquias y hasta peleas entre parroquias y órdenes religiosas por ellas, lo que incluía el robo violento de las piezas. La reliquia era un sinónimo de riqueza y prestigio.

¿Qué es una reliquia?

Básicamente es un objeto asociado a un santo o a un beato. Puede ser un fragmento corporal, jirones de su ropa o de algo que usara durante su vida, objetos asociados al martirio o cualquier cosa que tocara el santo o su tumba. La Iglesia se encarga de autentificar las reliquias y con tal fin expide un documento. Hay miles de falsificaciones. Sin embargo, el Vaticano pide a los fieles que no se exagere ni se crea que tienen valor por sí mismas, y advierte que no se puede negociar con ellas ni engañar.

El listado de estos objetos de culto en Galicia es largo. Pero sobre todas las demás destaca la tumba del apóstol Santiago, un arca bajo el altar que guarda, según la tradición, 85 huesos, 25 de ellos completos. Junto a estos reposan los osarios de San Atanasio y de San Teodosio, discípulos que siguieron al apóstol desde Jerusalén. La primacía compostelana es incontestable, pues el Museo Catedralicio expone un buen número de reliquias atribuidas a los santos Cucufate, Silvestre y Fructuoso.

Santos «moi milagreiros»

En Lugo algunos fragmentos de san Froilán, patrón local, pueden verse insertos en un relicario plateado con forma de brazo. En Santa María do Mao, en O Incio, se muestran los restos de san Eufrasio, con fama de «moi milagreiro». Un fémur de san Benito lo encontramos en una urna en la sacristía del monasterio de Samos. En Monforte dicen custodiar un tramo de la parrilla sobre la que murió abrasado san Bartolomé, un clavo de la cruz e incluso leche de la Virgen María. En Viveiro podemos hallar tierra del mismo pozo al que fue arrojado san Pedro tras su martirio.

En tierras ourensanas, Allariz presume de tener un pañal del niño Jesús, y Celanova el cráneo de san Rosendo, huesos de san Abundio, san Valentín y san Víctor, y parte de una quijada de san Cristóbal, que pertenece realmente a un animal del paleolítico. Una astilla de la Vera Cruz, en la que fue ajusticiado Jesucristo, existe en el templo homónimo de O Carballiño que construyó Antonio Palacios.

Incienso de los Reyes Magos

El monasterio de Santo Estevo esconde un grupo de relicarios de santos obispos y un brazo de san Murma. La catedral de As Burgas conserva un conjunto de reliquias singular, en el que destaca la costilla de María Magdalena y el cúbito de santa Faustina.

En Pontevedra destacan las reliquias de san Xusto en la iglesia de Bemil, un soldado romano que se convirtió al cristianismo. Restos de san Vicente mártir los hallamos en el templo de Santa Clara de la capital, y un pequeño fragmento óseo de san Benito en la parroquial de Lores, en Meaño, municipio que también atesora restos de san Roque, san Blas y san Antonio. En Carril san Fidel y en Rubiáns santa Plácida, ambos yacentes, impactan al vistiante.

En el templo compostelano de san Paio de Anteltares cobijan un grano de incienso de los Reyes Magos, y Outes comparte los venerados restos de san Campio con Tomiño. En Laxe las reliquias de santa Rosa de Lima descansan bajo el cruceiro de la capilla. En Brión santa Minia tiene mucho gancho entre los devotos, al igual que el dedo del apóstol expuesto en la iglesia de Santiago de Ameixenda, en Muros.

Ourense guarda una costilla de María Magdalena y Muros un dedo del apóstol