La carne de vaca vieja macerada hasta un año, de moda en Francia

París / AFP

SOCIEDAD

Le Bourdonnecarne macera 100 días la carne.
Le Bourdonnecarne macera 100 días la carne. FRANCOIS GUILLOT < / span>afp< / span>

Por lo general entre diez y doce días son suficientes para macerar la carne

25 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuanto más vieja, más tierna y sabrosa: para los iniciados, la carne vacuna se degusta un poco pasada, y como al vino le lleva tiempo llegar a la maduración, bajo el ojo atento de un puñado de destacados carniceros.

Por lo general entre diez y doce días son suficientes para macerar la carne, pero aquí el viaje en el tiempo se cuenta en semanas o incluso meses: los límites de la experiencia se postergan cada vez más.

En Francia, el papa de la maduración es un bretón, Jean-Marie Le Bourdonnec, y sus costillas granate oscuro tienen un pedigrí completo con la raza, nombre del criador, fecha de nacimiento y de faena y tiempo de maduración.

Normanda o Hereford, de 40 o 60 días, wagyu (un vacuno originario de Japón) de 100 días: con el tiempo, la carne se va secando, pierde agua inútil y por supuesto los precios se disparan, hasta alcanzar entre 150 y 200 euros el kilo.

«Mi ambición es hacer la mejor carne posible», explica el maestro Bourdonnec, al hacer la distinción entre el proceso de la carne «faisandée» y la maduración: «El primero degrada, la segunda mejora». Por supuesto, Le Bourdonnec no trabaja con todo el animal sino solo los «cortes nobles» del costillar colgado en la cámara frigorífica: tras una primera etapa de una veintena de días que permite a las enzimas macerar al músculo, se pasa a la etapa siguiente.La carne es tratada con grasa fundida y perfumada mediante una infusión de hierbas, y se la recubre con una tela impregnada en whisky, cada diez días aproximadamente.

Tratada de esa forma, seca y retiradas las partes oxidadas, la carne pierde hasta 60 % de su peso. Además se trata de vacas que pastaron y fueron criadas por personal «remunerado a su justo precio», insiste.

«A partir de los 60 días o más, se llega realmente a un producto aparte», admite Rémy Dubernet, que hace comparaciones con el vino. Ingeniero de formación, el joven lanzó en noviembre una carnicería online, Le Goût du Boeuf, que garantiza el circuito lo más corto posible entre consumidor y criador.

«Alimentadas de esta forma, una maduración de 14 días es suficiente», asegura, «pero mis costillas valen 30 euros el kilo».

Le Bourdonnec está haciendo escuela y se alegra de que otros lo sigan. Él mismo se inspiró en un carnicero de la región de Dordogne, que aprendió la maduración en Chile y en Quebec. También probó en España una carne de 50 días, de vaca rubia gallega.

Solo para entendidos

Actualmente la audacia llega desde Montreal. Allí, en su «boutique de bifes», Marc Bourg envejece la carne de vaca canadiense, durante un año. «De 40 días, he decidido ir hasta 120: se pierde un 1 % de peso por día. Así se desarrolla una putrefacción controlada que le da un gusto de avellana», dice el carnicero. «A los 180 días, ya se llega a algo como foie gras. Y a los 365, se funde en el paladar». Los precios también, a casi 200 euros poco más de 700 gramos.

Esta carne, destaca Marc Bourg, está reservada «a los fanáticos». «Me niego a venderla a los principiantes, les exijo que prueben primero la de 40 días». La de 365, la prepara únicamente para Navidad o el día del padre. Su próximo objetivo: una maduración de dos años.