Podría haber vida en planetas más allá de la «zona habitable» de su sistema

Europa Press

SOCIEDAD

Un estudio revela que la vida puede existir en mundos con una distancia hasta catorce veces superior a la que se ocnsideraba factible para el surgimiento de la misma

10 ene 2014 . Actualizado a las 20:27 h.

La posibilidad de que la vida florezca en mundos remotos puede ser aún mayor de la que ya se está manejando. Un estudio ha revelado que la vida puede existir en planetas similares a la Tierra incluso si están a una distancia de su estrella catorce veces superior a la que se consideraba factible para el surgimiento de la misma.

Esta investigación cuestiona la teoría sobre las «áreas habitables». La zona de habitabilidad estelar, conocida como Goldilocks, es el área que rodea a una estrella en la que, de haber un planeta o un satélite, la luminosidad y el flujo de radiación incidentes permitirían la presencia de agua, requisito fundamental para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.

Oportunidades bajo la superficie

El estudio describe cómo los organismos vivos tienen las mismas oportunidades de sobrevivir bajo las superficies de los considerados «planetas inhabitables». Esto incluye tanto a los que están a gran distancia de sus estrellas, como a los que están a la deriva en el espacio sin estrella anfitriona aparente, según la revista Planetary and Space Science.

El autor principal del estudio, Sean McMahon, ha indicado que la teoría de Goldilocks no tiene en cuenta la vida que puede existir bajo la superficie de un planeta, y sin embargo, a mayor profundidad, mayores posibilidades de que la temperatura aumente hasta alcanzar las condiciones térmicas necesarias para albergar agua, y, por ende, para que haya vida.

Modelo informático

Para probar esto, los científicos desarrollaron un modelo informático capaz de reproducir las temperaturas aproximadas bajo las superficies de los planetas, introduciendo la distancia de éstos a sus respectivas estrellas y cruzándolas con los datos del tamaño del planeta.

La investigación arrojó que el radio de la zona capaz de albergar vida alrededor de una estrella aumentaba en 14 veces si se tenían en cuenta los nuevos datos sobre la profundidad a la que puede existir vida bajo la superficie de un determinado planeta.