Riñones con GPS en A Coruña

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

El Chuac incorpora un sistema de conservación que mejora la funcionalidad de los órganos extraídos para trasplantar, permite su seguimiento y reduce los días de ingreso del receptor

03 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Técnicamente se denominan máquinas de perfusión renal pulsátil. En la práctica, son unas neveras que mejoran la conservación de los riñones extraídos para trasplantar. El Complexo Hospitalario Universitario A Coruña ha practicado ya cuatro operaciones con órganos mantenidos mediante este sistema, que permite conservar irrigado de manera constante el interior del riñón hasta su colocación en el receptor, lo que posibilita prolongar su mantenimiento más allá de las 30 horas, además de recoger información mediante GPS sobre el estado del órgano y, por tanto, predecir su respuesta tras el injerto.

Antón Fernández, coordinador de trasplantes del Chuac, explica la diferencia: «Hasta ahora extraíamos el órgano y lo conservábamos a cuatro grados con hielo en neveras convencionales dentro de un suero de preservación: ahora, el riñón recibe ese líquido pero como si fuera sangre, por dentro, porque conectamos la arteria para que penetre por el interior y salga al exterior por la vena».

En la práctica clínica supone que, «además de mejor conservados, podemos medir parámetros importantes sobre la viabilidad del órgano, como si tiene resistencia al flujo, y vigilarlo constantemente aunque estemos a 100 kilómetros mediante GPS». El sistema incorpora además alarmas al móvil ante cualquier incidencia.

Menos diálisis

«Sabemos que cuando se utilizan estas máquinas el tiempo de recuperación del receptor disminuye, los días de ingreso pueden bajar hasta en un 50 %, descienden las complicaciones e incluso la necesidad de diálisis», añade Fernández. Estas neveras ayudan a mejorar los resultados con un grupo de órganos que suponen ya el 40 % de los riñones disponibles: los añosos, es decir, los de personas de más de 65 años, o los de donantes en asistolia, que sufren mayor tiempo de isquemia. El Chuac ha incorporado dos de estas máquinas, cuyo coste ronda los 20.000 euros. Según los estudios de coste-efectividad, en cada trasplante suben los costes 700 euros, pero se ahorran una media de 4.700 en días de hospital, medicación y menor diálisis post-trasplante.