El primer «drone» civil europeo vigilará incendios en Galicia

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Flyghteech Systems

La Agencia Española de Seguridad Aérea le ha dado la matrícula de vuelo

12 dic 2013 . Actualizado a las 11:43 h.

Pesa 80 kilos, mide seis metros de longitud, tiene un radio de acción de 500 kilómetros y dispone de una autonomía de vuelo de 4,5 horas. Se llama Altea-Eko y es el primer drone civil que ha conseguido la matrícula y las correspondientes certificaciones para poder volar en Europa. El pequeño avión guiado por control remoto ha sido desarrollado por la compañía española Flightech Systems, que espera poder utilizarlo para vigilar incendios y vertidos, supervisar fronteras o examinar tendidos eléctricos, embalses o centrales nucleares. Unas utilidades comerciales que están en las antípodas de la idea propuesta hace unos días por Jeff Bezos, el fundador de Amazon, que anunció que los empleará para repartir sus pedidos.

«Lo de Amazon hoy por hoy es ficción, y esto es realidad», ironizó ayer en la presentación del ingenio el presidente de la empresa, Francisco Gayá, quien también situó al cielo de Galicia como uno de los primeros en ser sobrevolado por el drone. Su plan es utilizarlo para el control de los incendios forestales, ya que se trata de una de las comunidades más afectadas por los fuegos. «Además, allí podemos utilizarlo también en la vigilancia de costas», señaló.

Pero para que el avión eche a volar de forma comercial aún deberá superar nuevas trabas administrativas. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) le acaba de conceder la matrícula, pero será necesario aún un desarrollo normativo que regule el uso de este tipo de aparatos antes de que puedan desarrollar plenamente su actividad. Entretanto solo podrán ser utilizados en ensayos. «Será a principios del 2014 cuando esté listo el borrador del decreto que va a regular donde van a poder volar este tipo de aviones, un espacio aéreo segregado, y también la formación que deberá tener el piloto en tierra, así como la infraestructura desde donde despegar y aterrizar», explica Isabel, directora de la Aesa.

En la actualidad, aparte de España, solo Francia trabaja en Europa en una legislación específica para este tipo de aviones.

El ingenio presenta otra importante virtud, su escaso consumo. «Gasta cuatro litros de gasolina a la hora, como una moto pequeña», resalta Gayá. El dispositivo puede alcanzar una velocidad de 150 kilómetros por hora y una altura de hasta 6.096 metros.

Autonomía

El control del aparato se realiza por ondas de radio que llegan a una estación donde se instalan cuatro monitores. «La mayor fiabilidad está en su autonomía. Si ocurre algo que no esté previsto o alguna señal interfiere, el aparato se desconecta y tiene un sistema que hace que el vehículo vuelva a casa y aterrice solo». El drone cuenta con cuatro procesadores de calificación aeroespacial y diferentes sensores que permiten transmitir en tiempo real datos como imágenes térmicas, cartografía en tres dimensiones, ubicación de focos de calor o personas, temperatura, humedad o velocidad de viento. Estas últimas son características que se tienen muy en cuenta a la hora de detectar el riesgo de incendios.

La empresa que lo ha desarrollado también está preparando su comercialización. Su precio será de 2,7 millones de euros por un sistema que incluye tres aviones y la estación de tierra.

De 4 a 5 horas. Su radio de acción es de 500 kilómetros y alcanza una velocidad operativa de 110 kilómetros por hora.