Un 66 % de los puestos de trabajo de los arqueólogos han sido destruídos en los últimos cuatro años

Efe

SOCIEDAD

Los expertos aseguran que esta profesión está «en vía de reconversión» debido a la crisis

12 dic 2013 . Actualizado a las 21:43 h.

La profesión de arqueólogo registró una destrucción de un 66 % de puestos de trabajo en España en los últimos cuatro años y, «más que en vía de desaparición, se encuentra en vía de reconversión», afirmó hoy la socióloga Eva Parga, autora de un estudio sobre esa evolución.

Parga, artífice de una tesis doctoral sobre la profesión de arqueólogo, presentó el resultado de una encuesta de empresas del sector que concluye que actualmente hay menos de un millar ejerciendo en ese ámbito en territorio español, frente a unos 2.500 empleos existentes en el 2009.

La encuesta fue presentada en Santiago de Compostela en una reunión de expertos de varios países europeos organizada por el Instituto Padre Sarmiento, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en la que participan académicos y profesionales de Irlanda, Reino Unido, Alemania y Holanda.

«Más que una desaparición (de la profesión de arqueólogo), hay una transformación», comentó Parga, y precisó que «en España hay un reciclaje hacia otras carreras y un cambio de profesión», debido a esa «caída del empleo».

Parga subrayó que la profesión de arqueólogo floreció en España a partir de una ley en 1985 que obligaba a efectuar un informe sobre el patrimonio del suelo en cualquier obra ingeniería o construcción.

Al hilo de ello, destacó que las empresas de arqueología, generalmente de menos de una decena de empleados, «crecieron al ritmo del ladrillo», y la profesión experimentó un «boom entre el 2000 y el 2005».

Sin embargo, con la crisis económica, los profesionales de esas pequeñas empresas se quedaron sin empleo por el «efecto dominó» de la caída de la construcción, y las perspectivas de recuperación a corto y medio plazo son ahora escasas.

«No habrá vuelta atrás al modelo del ladrillo», comentó acerca de la improbabilidad de una recuperación inmediata de ese mercado, dijo Parga, y observó que hay una «tendencia hacia la innovación», de manera que las empresas de arqueólogos tratan de orientarse hacia la gestión cultural, especialmente por el aumento de visitas a museos y a yacimientos arqueológicos.

También apuntó que hay algunos profesionales que encuentran otros nichos de mercado, a través de proyectos innovadores basados en la «inversión en tecnología». Añadió que determinados profesionales han optado por buscar empleo en otros países europeos donde «la caída del empleo no ha sido tan drástica».

Así, Parga señalaba que los más cualificados, en particular los que disponen de un doctorado o dominan otros idiomas, han explorado vías académicas, y algunos de ellos han conseguido puestos de trabajo atractivos.

Sin embargo, reconoció que los arqueólogos todavía se encuentran confrontados a barreras tanto lingüísticas como de otra índole profesional en la Unión Europea, donde las carreras varían de un país a otro.

Precisamente, los expertos reunidos en Santiago de Compostela tratan de analizar las dificultades que aún persisten en Europa en materia de titulaciones y empleo, para superar esas barreras con el fin de ofrecer buscar un futuro más brillante a los que se dedican a excavar y descubrir los restos del pasado