Aceiteras de usar y tirar

daniel roldán MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El Gobierno prohíbe la reutilización de estos envases en los bares, lo que podría encarecer el precio de los menús

16 nov 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

En un lado de la mesa, los productores y los sindicatos agrarios. En el otro, los consumidores y hosteleros. En medio, el oro líquido, el aceite con el que rehogamos nuestras comidas, elemento fundamental de la dieta mediterránea. Ninguna de las partes cuestiona los beneficios del producto, del que España es el primer productor. Pero sí plantean dudas sobre los beneficios de la decisión del Consejo de Ministros de ayer: la eliminación de todas las aceiteras rellenables de los establecimientos de hostelería (350.000 en toda España). La norma entra en vigor el 1 de enero, aunque contempla una prórroga hasta el 28 de febrero. Después no tiene que quedar ni rastro de las rellenables. Su lugar lo ocuparán envases etiquetados y «provistos de un sistema de apertura que, tras su primera utilización, impedirá el rellenado».

El Ejecutivo solo quiere botellitas, tarrinas de plástico o sobres con aceite. Medida que aplaude el sector porque cree que se va a poner en valor al óleo; en cambio, hosteleros y consumidores la ven con un ojo puesto en la cartera. «Al sector no le gusta la imposición. Además, ya se están usando», asegura Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería. Los hosteleros temen que los costes aumenten. Otro problema es el medioambiental. Con la medida se van a generar más desechos de plástico. Gallego también se preguntó qué va a suceder con los establecimientos que preparan sus aceites con hierbas aromáticas o especias. Por el contrario, el sector oleícola y los comunidades productoras se muestran encantados con la medida que está «a favor de la calidad».

La prohibición afecta a Galicia, donde el uso de estos envases es común en establecimientos como las pulpeiras.