Padres y patronal de la enseñanza concertada no respaldan el paro de profesores de hoy

G. Novás / E. Álvarez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El ministerio sitúa en el 18 % el apoyo de ayer a la huelga, y el sindicato, en el 90%

24 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Dieciséis millones de personas -entre alumnos, padres y profesores- están hoy llamadas en España a una huelga general en el sector educativo contra el proyecto de la Lomce (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). La iniciativa tiene un cuerpo de convocantes más nutrido que nunca -integrado por los sindicatos principales de la enseñanza pública y concertada, a los que se sumaron ANPE y CSIF-, aunque se han desmarcado parte de los representantes del tramo concertado: Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), Escuelas Católicas y Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) son también críticos con la reforma liderada por José Ignacio Wert y los recortes promovidos por el Gobierno, pero no estarán hoy en el paro.

La filosofía de su disensión la exponía Concapa: hoy es un día lectivo por lo que no comparte un paro que, dice, daña más la formación del alumno. Y ello a pesar de que comparte que existe una «falta de diálogo» clara por parte del Ministerio de Educación y critica sus políticas y la «carencias» de la ley en trámite parlamentario. También Escuelas Católicas -que apela a la búsqueda del consenso político y social, y acepta que el proyecto de ley es sustancialmente mejorable- entiende que la huelga no ayudará a resolver los problemas como tampoco lo hacen «una oposición cargada de prejuicios» y la confrontación constante. Aunque no apoya la huelga, considera que la Lomce servirá para perpetuar la subsidiariedad de la red concertada con respecto de la pública, situación que lamentan.

«Bisoñez suprema»

La CECE mantiene que la de hoy será «una huelga política», juicio en el que coincide con el PP. Al estilo de Wert, la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, a la que los sindicatos atribuyeron ayer de «bisoñez suprema», dijo que los motivos del paro «nada tienen que ver» con el contenido de la nueva ley y que tras la protesta lo que hay son una serie de reclamaciones laborales.

Tras afirmar su respeto absoluto por la libertad de las familias para sumarse o no a la huelga y demandar que se aleje de lasa aulas la política, la Confederación de Padres de Alumnos (Cofapa) reclamó que no se vulnere el derecho a la educación de quienes decidan asistir a clase.

Frente a todos ellos, la Ceapa -Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, mayoritaria en la escuela pública- defiende la necesidad de la huelga general en todos los niveles de la enseñanza tanto para rechazar los recortes abusivos como la propia reforma educativa.

El ministerio cifró en un 18,88% la participación ayer en la segunda jornada de huelga de alumnos, y el Sindicato de Estudiantes la eleva en Galicia al 90 % en las enseñanzas medias (en la universidad es más baja). En la movilización, hubo manifestaciones en varias ciudades gallegas, la más numerosa la de Vigo. El sindicato estudiantil califica de «auténtico éxito» las dos primeras jornadas porque además convocó prácticamente en solitario.