Un estudio gallego desmonta el mito de que la luna llena propicia más partos

RAQUEL IGLESIAS RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

Una estatua femenina se recorta frente a la luna llena en Kiev, la capital de Ucrania.
Una estatua femenina se recorta frente a la luna llena en Kiev, la capital de Ucrania. SERGEY DOLZHENKO < / span>efe< / span>

La tendencia de que se produzcan más nacimientos de noche sí está probada

29 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Por muchos estudios que llenen los libros de ciencia, los gallegos seguirán mirando a la luna para podar las vides, sembrar la cosecha o, simplemente, cortarse el pelo. No era la intención de Diego Rodríguez González, enfermero del hospital de Barbanza, despreciar la cultura tradicional, sino explicarse por qué hay noches en las que no hay ingresos en las camas de obstetricia del centro asistencial y otras en las que se produce una auténtica avalancha de partos. La curiosidad le llevó a elaborar un informe que fue presentado en unas jornadas de salud perinatal de Santiago y que desmonta el mito de que la luna llena propicia más nacimientos.

Para argumentar sus ideas, se apoyó en el registro de partos del hospital de Barbanza, los ciclos lunares de Meteogalicia y las historias clínicas de los pacientes objeto de estudio. Analizó 212 alumbramientos en un período de tiempo de nueve meses. En su análisis se refleja que el mayor número de nacimientos se produjo en el cambio de luna llena a nueva, en contraposición a lo que establecería la cultura popular. Del mismo informe se desprende que desde las once de la noche a las tres de la madrugada se produjeron más alumbramientos, lo que indica que se tiende a comenzar los partos hacia la tarde y se desarrollan por la noche. En cuanto al sexo del recién nacido, en el estudio no se observan diferencias significativas.

Conclusiones inesperadas

Ya lo anuncia Rodríguez en la introducción: «Si bien los resultados obtenidos no coinciden con los inicialmente esperados, se han constatado conclusiones sorprendentes». Y es que aunque afirma que los cambios de luna no afectan a los partos al no obtener una diferencia estadística significativa, cuatro de los seis días con más nacimientos coinciden con variaciones en el ciclo lunar. Rodríguez tuvo en cuenta bibliografía en la que se afirma, por ejemplo, que la luna llena sí guarda relación con la menstruación, y que en muchos idiomas se denomina a ambas (luna y menstruación) de la misma manera.