Charlotte Goiar: «Hasta ahora mi vida fue un estado crónico de sufrimiento»

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

El Supremo condena al Sergas a costear una operación de cambio de sexo a una viguesa afectada por el síndrome de Harry Benjamin

07 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Tribunal Supremo ha ratificado una sentencia histórica del TSXG al reconocer el derecho de una mujer atrapada en un cuerpo de hombre a someterse a una operación de cambio de sexo con cargo a la sanidad pública. El Sergas deberá costear la intervención quirúrgica para poder completar el tratamiento de la enfermedad que sufre Charlotte Goiar, el pseudónimo bajo el que se esconde una viguesa que ha vivido siempre atormentada por culpa del síndrome de Harry Benjamín, una dolencia muy rara por la que su sexo cerebral es distinto al fisiológico.

-¿Cuándo espera someterse a la operación?

-Mi tratamiento está paralizado. Pese a que la sentencia es firme desde mayo, el Sergas aún no se ha puesto en contacto conmigo por ningún medio. Es algo que no entiendo. En julio presenté un escrito en la dirección provincial del Sergas, solicitando que se iniciaran los trámites para la ejecución de la sentencia, pero no me responden. Me gustaría que la Xunta tuviera la cordialidad de responderme e iniciar los tramites de mi operación para que no continúe demorándose mi sufrimiento.

-¿Piensa tomar alguna medida?

-Voy a esperar unos días. No me gustaría tener que presentar otra demanda al Sergas para que ejecute la sentencia por orden judicial.

-¿Cómo valora la sentencia?

-Estoy muy satisfecha. Sienta un precedente jurídico muy importante. Reconoce mi enfermedad por su naturaleza. Deja claro que es un estado patológico y que tiene además una consecuencia psicológica grave asociada si no se trata. Además es la primera sentencia que condena al Sergas a realizar esta cirugía.

-¿Cómo ha sido su vida hasta ahora?

-Ha sido una vida triste, solitaria y de aislamiento, de no tener relaciones con nadie. Hasta mi familia me dio la espalda y solo pude contar con el apoyo de mi madre y de una prima. Perdí a mi madre hace poco tiempo y me he quedado sola, estoy muy asustada y en una situación grave. He estado apartada del mundo, llevando una vida que no se puede llamar vida, sino un estado crónico de sufrimiento, enredándome en una depresión que se va quedando durante años y nunca se sale de ahí, y ahí te quedas.

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-¿Cómo ve el futuro?

-Va a ser un cambio muy grande, después de sufrir las 24 horas de cada día, con unos genitales que no son los tuyos y que producen hormonas que no son las tuyas y con un tratamiento médico muy agresivo. Lo que necesito es un trabajo de lo que sea, saber qué es tener un sueldo, una vida normal.

-¿Cuándo se dio cuenta de que era una mujer?

-Nunca recuerdo que no lo fuera, nunca recuerdo haber sido otra cosa. Mi enfermedad se confunde socialmente con temas que no tienen relación. No hay conexión con la homosexualidad o la orientación sexual. Es un problema físico. Yo soy heterosexual, soy una mujer a la que le atraen los hombres que no se desarrolló correctamente. Y ahora estoy esperando una respuesta del Sergas.