Un muro de hielo en Fukushima

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El Gobierno nipón toma las riendas para zanjar la crisis nuclear e inyecta 358 millones para la solución final, la mitad de fondos reservados

04 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Gobierno de Japón tomará las riendas para intentar controlar la crisis de Fukushima. Lo hará después del fracaso en la gestión de Tepco, la empresa que opera la central nuclear y que se encargó de la gestión del accidente desde que el terremoto y posterior tsunami dañara hace año y medio cuatro de sus reactores en lo que ya es el accidente nuclear más importante de la historia después de Chernóbil. La compañía ha sido incapaz de ofrecer una solución a las fugas de agua radiactiva que se utiliza para refrigerar los reactores, un proceso que vivió uno de sus episodios más graves hace unas semanas con el escape de 300 toneladas de líquido muy contaminante. Cada día, además, se vierten en torno a otras 400 toneladas en el subsuelo. El fracaso en el control de la situación ha deteriorado la imagen del país, lo que preocupa sobremanera al primer ministro, Shinzo Abe, en un momento en el que se está a punto de decidir qué ciudad será la sede de las Olimpiadas del 2020, a la que opta Tokio.

Preocupación

La preocupación ha llevado al gobierno del primer ministro Shinzo Abe a recurrir a los fondos reservados, con los que se financiará la mitad de los 358 millones de euros destinados a zanjar de una vez la crisis nuclear. Las dos terceras partes de esta cantidad se emplearán para lo que se considera como la solución final al constante goteo de fugas de agua radiactiva: congelar el suelo alrededor de los edificios de los reactores y levantar una especie de muro helado de 1,4 kilómetros de perímetro que evite también posibles escapes al océano. De lo que se trata es de inyectar en tubos verticales una sustancia refrigerante para congelar el suelo, un trabajo que se prolongará durante dos años. El ambicioso plan del Gobierno también incluye medidas para descontaminar el agua.

«El mundo entero se pregunta si Japón logrará desmantelar la central nuclear Fukushima Daiichi», dijo ayer el primer ministro, Shinzo Abe, que encargó una comisión especial para el seguimiento de la crisis, encabezada por el ministro de Economía. «Queremos adoptar medidas fuertes para resolver de forma radical los problemas en Fukushima», insistió Yoshihige Suga, el portavoz del Gobierno.

La gestión de la operadora, que no ha sido capaz en casi dos años de controlar la crisis en la central nuclear, se está poniendo en entredicho y el propio Gobierno la ha acusado de responder de manera improvisada, por lo que ahora ha decidido tomar las riendas de la situación.

Denuncia contra Tepco

El descrédito en la gestión también se ha hecho sentir en la opinión pública. En este sentido, tres ciudadanos japoneses presentaron ayer una denuncia por negligencia contra la empresa operadora de la planta, Tepco, por no tomar las medidas necesarias para prevenir el vertido al mar de agua contaminada.