El público se sube en un barco y, una vez allí, descubre qué bandas tocan, confiado en el buen criterio y la inmaculada trayectoria de los organizadores
30 ago 2013 . Actualizado a las 10:55 h.«Dos días, un barco, auga». Así se presenta la tercera edición de Sinsal San Simón, el festival musical más especial que se celebra en Galicia. Como si de una cita a ciegas se tratase, su público se monta en un barco rumbo a la isla de San Simón y, una vez allí, descubre qué bandas tocan. Una apuesta suicida en principio, pero que se ha revelado como un gran éxito. Esta será ya la tercera edición. Y, como las anteriores, tiene todo los visos de colgar el no hay billetes. De hecho para la primera jornada ya se ha hecho. Estradas agotadas.
Se desarrollará mañana y el domingo. Dura todo el día y será el mismo cartel cada jornada: una selección elaborada por el colectivo vigués Sinsal, que hace ya tres años que decidió optar por el factor sorpresa. Su inmaculada trayectoria anterior (son los responsables de los debuts gallegos de Anthony & The Johnsons, Low, Dominique A y decenas del artistas del pop independiente internacional) los avala. Se lo pueden permitir. La gente está dispuesta a comprar el tique aunque no sepa quién toca. Los teóricos de las marcas y el branding tienen aquí un caso a estudiar. Los gestores culturales, un espejo al que mirarse.
Pero, además de ello, se encuentra el lugar. Desde hace años Sinsal juega con los espacios, integrándolos dentro de la experiencia festivalera. Y aquí entra en juego el redescubrimiento de la propia isla, los espacios entre concierto, la interacción entre el público y mil y un factores que convierten Sinsal San Simón en uno de los eventos musicales más insólitos que se pueden disfrutar ahora mismo en el mundo.
Las entradas va desde 35 a 43 euros (ticketea.com), en función del puerto desde el que se parta.