El extraño veraneo de Felipe y Letizia

Redacción / La Voz

SOCIEDAD

Solo coincidieron cinco días en Palma, de donde ella se fue sin su marido y sus hijas

20 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde que contrajeron matrimonio el 22 de mayo del 2004, los rumores de crisis entre los príncipes de Asturias han aparecido con cierta periodicidad. Felipe y Letizia acaparan miradas y comentarios. A finales del 2011, los medios -sobre todo aquellos especializados en noticias del corazón- se hacían eco de un supuesto bache en la pareja. De nuevo, ese runrún surgía a principios del 2012. Y este año no ha sido muy distinto, aunque con una peculiaridad: la actitud de la pareja durante las jornadas de vacaciones que, a principios de este mes, disfrutaron en Mallorca. Lejos de ser unos días de asueto y de relax, el hecho de que, al menos oficialmente, la princesa no acompañase a su marido desde el primer momento y la circunstancia de que se fuese de la isla sola, tres días antes que él y sin sus dos hijas, Leonor y Sofía, no ha hecho otra cosa que disparar las alarmas y convertirlos a ambos en centro de atención. Todavía más. Desde Zarzuela no se precisó en su momento el porqué de esa marcha a Madrid de Letizia. Tampoco el departamento de prensa de la Casa Real ofreció ayer una respuesta a los rumores de crisis entre los príncipes de Asturias. «No tenemos ninguna información, ningún dato sobre estas cosas», afirmaron sus responsables a La Voz.

En Mallorca, la princesa acudió a varios actos, como la entrega de premios del curso de vela de la Escuela Nacional de Calanova, el viernes 2 de agosto, día oficial de su llegada, aunque otros medios apuntaron que podría encontrarse ya en la isla antes de esa fecha, si bien no hay constancia de ello. También asistió a la tradicional recepción en el palacio de la Almudaina a las principales autoridades de Baleares. Finalmente, el lunes 5, el matrimonio y sus pequeñas se dejaron fotografiar juntos en su paseo por la Granja de Esporles, en la Tramontana. No obstante, la ausencia de Letizia en otras citas, como la entrega de premios de la 32.ª edición de la Copa del Rey de Vela, fue muy comentada. El príncipe Felipe lo justificó con un «alguien tenía que quedarse con las niñas» que, para gran parte de la prensa, no sonó muy convincente. Y más cuando, según el portal Vanitatis.com, «Letizia abandonaba Marivent horas después para acudir a la cena que celebró la tripulación del Aifós». La marcha de la princesa el día 7, quedando en Mallorca su marido y sus hijas, impidió que estuviese presente en la recepción al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el palacio de Marivent. Solo cinco de los diez días que permaneció el príncipe en la isla -se fue el 10- estuvieron juntos. Es una circunstancia diferente a la de años anteriores que se ve matizada por las distintas «escapadas» de uno y otro por separado. Es algo que ocurre hace ya unos meses -Letizia acudió sola en julio, por ejemplo, al concierto de The Killers en el Festival de Benicàssim-, pero que también se apreció estos días. Así, según Vanitatis, Felipe dejó Marivent al menos una noche para reunirse con sus amigos en el restaurante La Greppia. Recientemente acudió solo, asimismo, a la celebración del aniversario de su primo Beltrán Gómez-Acebo. Parecen terminados aquellos años en los cuales toda la familia permanecía vinculada a Mallorca: este agosto, es la reina Sofía la que más tiempo estará en la isla. Se quedó sola allí aun cuando ya se habían ido todos, incluso el rey.

Letizia, con sus hijas a Zúrich

La pretensión de la princesa sería marcar un espacio propio, celosa de una vida normal y de su intimidad. El sábado 10, Letizia emprendió con sus hijas, que habían vuelto a la capital el viernes con su abuelo, un viaje a Zúrich, según dio a conocer El programa del verano, de Telecinco. Ese mismo día el príncipe se trasladaba de Mallorca a Madrid y, jornadas después, asistía en Paraguay a la toma de posesión de presidente Horacio Cartes. Ahora, la pareja se habría reunido para pasar juntos, y con sus hijas, la segunda etapa de sus vacaciones en un destino desconocido. Serán dos semanas, antes de partir a Buenos Aires para apoyar la candidatura de Madrid a los Juegos del 2020.