Broches para ayudar a Dani

SOCIEDAD

Gustavo Rivas

El pequeño coruñés padece una parálisis cerebral. Su tía Pilar pasa las noches fabricando broches a mano para costear con su venta los múltiples tratamientos

19 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Dani tiene 11 años y una parálisis cerebral que le impide hacer muchas de las cosas que hacen los niños de su edad. No puede caminar ni moverse con facilidad, ni siquiera mirar fijamente a causa de su estrabismo. Le cuesta pronunciar las palabras cuando habla, y también girarse para mirar a otra persona. Sin embargo, esto no es nada comparado con lo que pudo haber sido de él. «Si lo hubiera dejado, ahora sería como un vegetal», sentencia Conchi Ageitos, su madre.

La causa por la que Daniel Tomás Prieto Ageitos se encuentra en estas condiciones no es otra que la falta de oxígeno al nacer, unida a una tetraparesia estática. Para ayudar a los costes de los múltiples tratamientos e intervenciones a los que se somete el niño, su tía, Pilar, pasa las noches fabricando broches a mano. Pequeños y preciosos muñecos de fieltro y lazo que vende por 5 euros para contribuir al desembolso familiar. «Desde que empecé con los broches me acuesto sobre las tres y media de la madrugada», comenta Pilar mostrando su caja de costura. En ella guarda con minucioso y sorprendente orden cabezas, vestidos, bolsos y extremidades de los muñecos, todas y cada una de las piezas listas para ser unidas por ella. Hasta ahora fue vendiéndolos a través de amigos y familiares, pero ha dado el salto de abrir una página en Facebook: Colabora con Dani.

Tras detectar las disfunciones del niño, Conchi comenzó su andadura: hipoterapia, 40 euros la sesión; método intensivo Peto durante un mes, 6.000 euros. A ello hay que sumarle clases de natación, logopedia y fisioterapia. «No me cubre nada la Seguridad Social», indica la madre. Dani también pasó por el quirófano. Hace 8 años Conchi, todavía embarazada de su segundo hijo, Alberto, viajó a Rusia para que Dani se sometiese a un estiramiento de tendones. Hace dos años, volvió a operarse en Madrid. Ambas intervenciones costaron casi 8.000 euros a la familia. Además, en febrero el pequeño viajó a Guadalajara para someterse a un tratamiento basado en el método Therasuit, y que cuesta alrededor de 3.300 euros incluyendo alojamiento. Ahora quieren llevarlo de nuevo, pero los enormes gastos superan a la familia, a pesar de que reciben alrededor de 400 euros de prestación por la ley de dependencia. «Todavía no he podido adaptar el baño ni el coche, que cuesta 12.000 euros, y el baño otros 3.000», cuenta apesadumbrada Conchi, que señala: «Tengo rehipotecada la casa, debo casi 60.000 euros». Ayer mismo madre e hijo se desplazaron a Vigo para probar el NF-Walker, un novedoso andador con el que Dani podría dar algún paso. Pueden probarlo durante un mes, pero si desean adquirirlo el coste es de otros 8.000 euros. «Tengo que hacer todo esto mientras es pequeño. Tengo que intentarlo, tengo que quemar cartuchos y tengo que quemarlos ahora», sentencia Conchi. Mientras tanto, Dani juega apasionadamente al golf con la Wii y su eterna sonrisa. Sin ninguna duda, la mejor recompensa.