«Esto pasa una vez en la vida»

José Francisco Alonso Quelle
José Alonso RIBADEO / LA VOZ

SOCIEDAD

Isidro Villalibre pescó en el Eo el que por ahora es el mayor salmón del año

04 jun 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Lanzar en los ríos de Asturias es para los aficionados a la pesca fluvial como jugar la Champions League. Los campos míticos son el Narcea, el Sella y el Eo, este último, por ser fronterizo, de gestión compartida por la Xunta y el Principado. Sacar a tierra un salmón en estas aguas es algo que perdura en la memoria, que enriquece la leyenda de los ríos míticos y de los pueblos ribereños. Los pescadores lo saben y por eso cada temporada acuden los mejores llegados de toda España. A probar suerte, porque con el salmón no llega el saber. Esa suerte que ha permitido al coruñés Isidro Villalibre Turrado escribir la que de momento es una de las páginas más brillantes de la temporada: pescar el mayor salmón del año.

Fue el pasado día 22 en el Eo, en el coto de Louredal (San Tirso de Abres): un imponente ejemplar de 11,8 kilos y 98 centímetros de talla. Lo pescó a cucharilla y usando rapala de cebo. «Lo saqué por casualidad. Me había picado más abajo uno que pesaría ocho kilos, pero rompió el sedal y se escapó. Fue una suerte, porque subí un poco más arriba hablando con un compañero -que hacía de ganchero-, discutiendo sobre lo que había ocurrido, lancé y le dije: ?Manolo, tengo otro salmón en la caña?», relata.

«Pensé que era una trucha grande -prosiguió-, pero dio un tirón y saltó como una bala. ¡Qué cosa más grande! Tuve que pelear mucho tiempo, aunque me parecieron segundos, hasta que lo saqué a tierra y me tiré encima, lleno de barro de arriba abajo, hasta que quedó sin aire. ¡Estaría diez minutos! Menos, no».

Una suerte, sin duda: «Es muy difícil explicar lo que se siente. Es como meter un gol en el descuento con el que ganas la liga. Esto pasa una vez en la vida», apunta Isidro Villalibre. Lo cierto es que de haber capturado el salmón que se soltó, no habría podido coger el que de momento es el récord de peso. La normativa, más restrictiva, que ha dictado este año el Principado prohíbe la pesca los martes y jueves y, además, solo autoriza un salmón por pescador y día, hasta un máximo de tres por temporada. El objetivo, año tras año, es el mismo: conseguir que la población de salmones se recupere. El caso es que esta campaña está siendo espectacular, de «salmonada» diaria.

Buenas capturas

El Eo, que tiene fama del río más tempranero del Cantábrico, en el que primero entran los salmones para desovar, está reverdeciendo sus laureles. Hasta el viernes se habían capturado 58 ejemplares ?solo esa jornada picaron diez?, lo que supone casi el mismo número que la pasada campaña cuando aún resta mes y medio para que concluya.

Si pican, los pescadores acuden y los ribereños y la economía local lo agradecen. «Los ríos asturianos son fuera de serie. Es lo máximo, como jugar la Champions. Nosotros, en Galicia, somos de segunda. No sé porqué, pero esa es la realidad... quizás tienen un mejor sistema de gestión», apunta Isidro Villalibre.

Carlos González, guardarríos del Eo, alude al misterio que envuelve al rey del río para explicar este buen año: «A normativa é diferente, pero se non entran salmóns é igual a normativa que haxa. Agora entran a diario, e por iso pican... non hai máis. Pero igual que entran tamén paran. É certo que o río se está portando moi ben, pero tamén é que estabamos moi mal acostumados; levamos dende o 2007 con moi pouco salmón».

«Os pescadores están igual que os nenos pequenos -añade el guardarríos-. Ábrenselle os ollos ao ver os salmóns. Pero que naide se ilusione demáis. É un peixe excepcional, que nada miles de quilómetros para chegar aquí. Hai que respectalo e aprecialo, como ao río, e ás veces non se fai».

«¿Que qué hice con el salmón? Pues comerlo, con la familia y con los amigos», concluye Isidro Villalibre.

«Agora entran

a diario e por

iso pican...

pero igual que entran, paran»