El magistrado disertará en A Coruña y Vigo sobre la ley del menor
28 may 2013 . Actualizado a las 12:27 h.Famoso por sus sentencias ejemplarizantes, como la obligación de visitar una unidad de traumatología por conducir un ciclomotor sin seguro, el juez de menores de Granada Emilio Calatayud (Ciudad Real, 1955) viene a Galicia para abordar la relación de padres e hijos en el marco de la ley del menor. Ofrecerá una charla en las sedes de A Coruña y Vigo de la Fundación Barrié. Será mañana y el jueves, a las 20 horas. Entre los temas candentes, el acoso escolar o la ley de educación.
-¿Cómo es hoy esa relación entre padres e hijos?
-Difícil. Del padre autoritario hemos pasado al colega del hijo, al que no se le inculca que, además de derechos, tiene deberes. Necesitamos ya un pacto por el menor, pues hay edades intermedias, de 11 a 13, que no se protegen bien en esta sociedad hipócrita.
-¿Por qué hipócrita?
-Si se hacen móviles específicos para mayores, ¿por qué no se hacen para niños de 12 años? Por ahí empiezan los problemas. El padre no sabe decir que no, y muchas veces es por presión del entorno. ¿Qué sentido tiene darle un móvil de prepago a un hijo si todos sus amigos llevan otros que permiten grabar vídeo. ¡Ese es el problema!
-¿Qué más le parece hipócrita?
-Pues que una cría de 12 años pueda comprar la píldora del día después, pero no pueda consentir relaciones sexuales. O que una de 13 ya pueda consentir esas relaciones, que es algo que procede del derecho romano, pero no pueda ser acusada de un delito porque no tiene 14. En fin... soy fumador y sufro las consecuencias de leyes absurdas mientras se fomenta el consumo de alcohol por menores en botellódromos que son una auténtica vergüenza y que generan cinco mil borrachos cada fin de semana. ¿Por qué no se aplica el mismo proteccionismo? Hemos llegado a estas contradicciones porque nos dio miedo pecar de no democráticos y hablar de deberes.
-¿Cómo afectan al alumno los cambios de política educativa?
-Es una vergüenza que no seamos capaces de hacer un pacto que dure al menos una generación, casi con un 30 % de fracaso escolar. Ahora mismo tengo condenados a doscientos chavales a sacarse la enseñanza obligatoria, y sin duda son las sentencias que más me duelen. Ha bajado el nivel porque se ha igualado por abajo... ¡Y hay que suspender! ¿Qué es eso de pasar de curso con asignaturas pendientes? Nos ha dado miedo el principio de autoridad.
-¿Recibe cada vez más casos de acoso escolar?
-No. Los casos de acoso no nos llegan. Soy juez de menores desde 1988 y no he tenido más de 15 o 20 en mi vida. Y de verdadera tortura, 2 o 3. Pero es que los chavales y los colegios tapan el acoso. En el caso de los centros, posiblemente por eludir responsabilidades o por mantener la fama.
-¿Y el ciberacoso?
-Esto sí se da mucho. Es curioso: los jóvenes no dejan entrar a los padres a su habitación, porque violan su intimidad, pero no dudan en violar la de un amigo enviando fotos por el móvil. Los padres entienden el problema cuando se les condena a ellos civilmente y tienen que pagar.
-¿Qué más llega a su juzgado?
-Muchos temas de relaciones sexuales. Se usan poco los preservativos y mucho las pastillas del día después. Pero sí, hay muchas agresiones y una gran banalización de estas. Quizá porque hoy el 50 % de las crías de 15 años no son vírgenes, y la juventud de 17 o 18 ya está harta de todo.
-¿Es partidario de la custodia compartida?
-Depende del caso. En teoría es buena, pero nos falta cultura de divorcio y aún se usa a los chavales para hacer daño. En la ley hace falta una mediación previa al divorcio.