Mordaza a la libertad de prensa

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Cada semana es asesinado algún periodista en el mundo por ejercer su labor informativa

03 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Issa Saharkhiz tiene el valor de editar la revista Aftab y de dirigir el periódico Eghtesah... en Irán. Fue condenado a cinco años de cárcel por hacer «publicidad contra el régimen». Es la segunda vez que lo hospitalizan en prisión. La última, en marzo del año pasado, terminó en la uci después de una discusión con un guardia, en un país en que los abogados conocen las sentencias medio año después de que el juez las dicte.

Naciones Unidas impulsa hoy la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, con un argumento troncal que la organización resume en este dato: cada semana es asesinado un reportero en algún lugar del planeta por ejercer su labor informativa; es decir, por defender el derecho del ciudadano a la información. Según Reporteros sin Fronteras (RSF), el año pasado, el peor desde 1995, cuando comenzó la contabilidad, fueron asesinados por informar 90 periodistas en todo el mundo, a los que hay que sumar 6 colaboradores de prensa y 48 internautas (ciudadanos) que intentaban también transmitir información.

Somalia, con 19 muertos, y Siria, con 18, son los mayores cementerios de la comunicación, mientras Turquía se ha convertido en la cárcel de periodistas más grande del mundo, con 72 reporteros entre rejas, según el último Barómetro de RSF.

Los conflictos armados, la violencia de los talibanes, el narcotráfico y la represión de regímenes totalitarios son las principales causas de la mordaza que asfixia a la libertad de prensa.

España no es Irán, ni Turquía, y el artículo 20 de la Constitución precisa que no se puede coartar el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.

Sin embargo, la libertad de prensa tampoco pasa aquí por sus mejores momentos. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape) constata la existencia de «serias trabas» por parte de «los representantes públicos» al ejercicio pleno de este derecho constitucional, «como si la crisis avivara en ellos la necesidad de levantar barreras en una época en la que la gente aspira a no tener ninguna para acceder a la información». En un comunicado colgado en su web, la Fape cita como ejemplos las «ruedas de prensa sin derecho a preguntas» o el aumento de las presiones a medios y periodistas que «investigan los abusos de poder».

RSF retiró ayer a ETA de su lista de depredadores de la libertad de prensa, al no atentar contra periodistas o medios desde el cese de su actividad armada.