José Rodríguez Carballo: «No lo descarto en absoluto conociendo su proximidad a los gallegos»

La Voz

SOCIEDAD

26 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El ourensano José Rodríguez Carballo (Lodoselo, 1953) es ministro general de la Orden Franciscana en Roma. Es decir, la máxima autoridad mundial. Es además amigo personal de Bergoglio y concelebró con él la misa de inicio del pontificado el 19 de marzo. Carballo considera que el pontífice podría venir a Galicia en el 2014. «No lo descarto en absoluto», afirma.

-¿Cree usted que el papa podría vincularse al octavo centenario del Camino de san Francisco e incluso venir a Santiago?

-Para mí, como para todos los franciscanos sería una gracia que el papa Francisco pudiera hacerse presente de algún modo en nuestra tierra para conmemorar el octavo centenario de la peregrinación de san Francisco a Santiago. Yo no lo descarto en absoluto conociendo su amor por san Francisco de Asís y su proximidad a los gallegos de Argentina y de Galicia. Hoy por hoy es prematuro decir que así será. En cualquier caso, la invitación corresponde al señor arzobispo, y yo me asociaré muy contento.

-Él conoce bien el Camino a través de los gallegos de Buenos Aires, ¿qué relación tuvo usted con Bergoglio?

-No me encontré con él en las celebraciones con los gallegos de Buenos Aires, pero hemos tenido encuentros más o menos prolongados. En el 2004 vino a visitarme a la curia general para hablar de cuestiones de la Iglesia en Argentina. Luego participamos en dos sínodos de obispos y también coincidimos en la V Asamblea General de los Obispos de Latinoamérica. Ahora tuve la dicha de verlo el 19 de marzo. Recordamos todos esos momentos. Tiene una memoria feliz. Fue un gran regalo para mí en el día que celebraba mi fiesta onomástica. Es una persona encantadora. No me extraña que haya conquistado la simpatía de tanta gente.

-¿Encaja su perfil como papa con la idea que tenía usted del cardenal Bergoglio?

-Sí, creo que este es el perfil del papa que necesita la Iglesia hoy: un hombre sencillo, cercano al pueblo, pastor, amante de los pobres que quiere una Iglesia pobre, que lleve a los creyentes y no creyentes a lo esencial. Es un gran regalo de Dios.

-¿Coincide con quienes ven la huella de san Francisco en el papa? Por ejemplo, cuando se acercó a abrazar a un discapacitado en san Pedro.

-Fue un gesto que me emocionó profundamente y que me llevó a pensar en el encuentro de san Francisco con el leproso, descrito en su testamento. No creo que ese abrazo le cambiase el corazón, como parece que pasó con san Francisco, pero sí fue una gran manifestación de amor.