La pizarra multifuncional gallega que sedujo a Apple

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Su versatilidad en el uso y adaptación al espacio han expandido globalmente los paneles de vidrio rotulables

09 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Estas pizarras empiezan a verse por todos los rincones, pero se fabrican únicamente en Galicia, concretamente en Ribadumia. De momento han seducido a los creativos de Apple o Starbucks en España, que las han incorporado ya a sus empresas, y en general «a todas aquellas firmas que trabajan con la formación y la plasmación de ideas en común mediante tormentas de ideas. Por eso las tienen también el Centro de Investigación de Energías o el Instituto de Ciencias Fotónicas», explica Lola Palacio, gijonesa, ingeniera industrial y creadora en Pontevedra del proyecto theglassconcept.com, que acaba de reinventar la pizarra.

¿Pero qué es lo que hace especiales estos paneles de vidrio rotulables que, por cierto, serán bautizados oficialmente cuando salga la versión 2.0? La clave está en la multifuncionalidad. Además de pintar sobre ellos o de aprovechar los imanes que incorporan para colgar planos, dibujos o fotografías, son proyectables, por lo que sirven para presentaciones audiovisuales; retroiluminables, para visualizar radiografías por parte del sector sanitario; customizables con la imagen corporativa y, además, son aptos para panelar, creando espacios dentro de las habitaciones. Si añadimos a todo esto el atractivo de la gama cromática completa y el hecho de que apenas se deterioren, el resultado es el Premio Innovación del galardón Empresario Gallego del Año concedido por la Asociación de Jóvenes Empresarios de Galicia.

La firma fabrica y comercializa desde esta comunidad esta nueva herramienta de comunicación que «se está exportando ya a México y Colombia, y pronto también a Chile y Brasil», avanza Palacio.

«Si se colocan pizarras sobre raíles en un espacio diáfano, es posible subdividirlo en subáreas sustituyendo los tabiques por estos paneles», ilustra la ingeniera, afincada en Pontevedra desde hace dos años.