La UE financia dos proyectos de I+D con 2.000 millones

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La mayor subvención de la historia se dirige a explorar las posibilidades del grafeno y a la reconstrucción del cerebro

29 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es la mayor cantidad que jamás se haya concedido nunca en Europa para financiar dos proyectos de investigación. La Comisión Europea ha hecho saltar la banca de la I+D con la subvención de dos mil millones de euros, mil por cabeza, para reconstruir, por un lado, el cerebro humano y, por otro, sacar el grafeno, un material revolucionario, de los laboratorios para incorporarlo a la industria con sus múltiples aplicaciones. Son las dos iniciativas ganadoras del concurso Tecnologías Futuras y Emergentes, con las que Europa pretende mantenerse como «superpotencia del conocimiento», según subrayó ayer la vicepresidenta de la Comisión, Neelie Kroes. En España, ambos proyectos, que tendrán una duración de diez años, serán liderados por el CSIC, aunque también involucrarán a varias universidades.

El material prodigioso

El grafeno, un material prodigioso basado en el carbono, posee una extraordinaria combinación de propiedades físicas y químicas. Es el material más fino, conduce la electricidad mucho mejor que el cobre, es entre 100 y 300 veces más fuerte que el acero y reúne propiedades ópticas únicas. Según Francisco Guinea, investigador del CSIC y uno de los coordinadores del bloque español del proyecto Graphene, sus aplicaciones no se harán esperar. «Pronto -dice- habrá pantallas táctiles de grafeno, y serán más baratas que las actuales». Será un material fundamental en supercomputación y en tecnologías de la información y comunicación, pero que también traerá aplicaciones médicas revolucionarias, como las retinas artificiales, y avances importantes en energía y transporte.

La segunda iniciativa, el Proyecto Cerebro Humano, pretende aglutinar todo el conocimiento existente sobre el cerebro humano para reconstruirlo, conocer cómo funciona y, en último término, desarrollar un tratamiento personalizado de las enfermedades neurológicas y afines. «Cuando descifremos cómo funciona, podremos desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades que afectan al cerebro, así como disponer de novedosas tecnologías en neurociencia e informática», explica Javier de Felipe, del Instituto Cajal del CSIC y que liderará el proyecto en España.