Estudio Nómada, liderado por José Antonio Vázquez y Enrique de Santiago, acaba de recibir un premio internacional
13 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Estudio Nómada es una de esas oficinas de arquitectura que está plantando cara a la crisis. José Antonio Vázquez y Enrique de Santiago lideran el equipo.
-¿Cuál es su filosofía?
-Somos un estudio de arquitectura e interiorismo, aunque también realizamos trabajos de diseño gráfico y de mobiliario. Independientemente de la variedad de escalas, nos enfocamos mucho en los detalles. Nos podríamos definir como versátiles e inquietos, pendientes y sensibles a las tendencias pero, a la vez, rigurosos en cuanto a la arquitectura como disciplina.
-José Antonio es el arquitecto y Enrique el «project manager». ¿Cómo se reparten los papeles en el estudio?
-No se reparten de un modo estanco, sino que nuestras funciones dentro del equipo son flexibles, independientemente de que, por nuestras formaciones, uno se ocupe de los asuntos técnicos y otro de los organizativos, aunque luego coincidamos en la mesa de dibujo.
-Es impactante y bellísimo el proyecto de la bodega Dominio de Bibei, con esos bloques blancos de hormigón disponiéndose en terrazas sobre la montaña.
-La mayor dificultad que nos encontramos fue compatibilizar la más estricta integración en el paisaje con la mayor reducción posible de costes de construcción y el sistema de producción del vino por gravedad. La solución aprovecha el desnivel del terreno fragmentándose escalonadamente y enterrando la mayor parte de su volumen.
-Varios de sus proyectos de vivienda incorporan la madera. No es un material muy popular en la construcción en Galicia.
-La madera resulta un material perfectamente utilizable en climas como el nuestro o incluso en otros más extremos, como demuestra la gran tradición que hay en los países nórdicos o centroeuropeos. Tanto por criterios de sostenibilidad, como por los tratamientos que hay disponibles, tiene gran potencial no sólo constructivo, sino también económico, dado el patrimonio forestal de Galicia.
-Acaban de recibir el Restaurant & Bar Design Award por la cafetería-tienda de la Cidade da Cultura. ¿Qué supone para ustedes?
-Estamos sorprendidos por el interés que ha suscitado, sobre todo en el extranjero, hemos recibido solicitudes de información desde Australia, Malasia, China, Brasil o México. Con independencia de la proyección que nos brinda, la consecuencia más interesante para un estudio como el nuestro es la de permitirnos cruzar fronteras y trabajar internacionalmente.
-¿Ha tenido la crisis efectos positivos en la profesión? Me refiero a que ya no se construye tan a lo loco, museos que no sirven para nada o viviendas de varias plantas cuando solo se necesita una.
-Las crisis suponen nuevas oportunidades y tienen aspectos regeneradores y depurativos. Cualquiera de las pasadas ha tenido consecuencias positivas, pero el sacrificio a que nos está sometiendo la actual nos hace preguntarnos si el precio que estamos pagando es demasiado alto, y si el coste compensa. De no haberse frenado tan en seco, las consecuencias podrían haber sido menos traumáticas.
-Se construye menos, pero ¿se construye mejor que antes?
-Sin duda. Existe un mayor nivel de exigencia, formación y profesionalidad en los diferentes agentes que intervienen en la construcción.
-¿Qué opinan de la arquitectura prefabricada?
-Es muy interesante por las ventajas que ofrece en cuanto a costes y eficiencia. Sin embargo, desde un punto de vista económico y sostenible, dado el patrimonio construido en Galicia, el mantenimiento, rehabilitación e intervención de las viviendas existentes es el mercado de mayores oportunidades.
josé a. vázquez y enrique de santiago arquitectos
«La madera es perfectamente utilizable en un clima como el de Galicia»