El MIT evoluciona para renovar la educación superior en EE.UU.

Damià S. Bonmatí CAMBRIDGE (EE. UU.) / EFE

SOCIEDAD

Su presidente pretende acabar con los rígidos filtros de renta y nacionalidad

23 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El ingeniero Rafael Reif, de origen venezolano, acaba de tomar las riendas del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés) con el empeño de romper las barreras de renta y nacionalidad en el acceso a la educación superior en Estados Unidos.

Reif ha pasado del seno de una familia humilde de Venezuela a liderar un centro de referencia para la elite educativa mundial, y ahora quiere que esa posibilidad de progreso forme parte del ADN de las universidades norteamericanas.

«En EE.?UU. y, sobre todo, en centros como el MIT, no importa de dónde viene uno o si tiene dinero. Lo que de verdad cuenta es que trabaje duro, que aprenda. Si uno hace eso, debe alcanzar sus objetivos», auguró el nuevo presidente de la institución.

Reif admitió que queda trabajo por hacer y, en su discurso inaugural ante estudiantes, científicos y líderes académicos, detalló su fórmula para los próximos años. El presidente del MIT, un centro privado, se propone cambiar el tradicional modelo de campus, muy arraigado en estas pequeñas ciudades del saber en Estados Unidos, y combinar la formación presencial con la educación a distancia, mucho más barata.

La fórmula de Reif tendrá un doble efecto económico, según él mismo desgranó: mejorará el acceso al conocimiento de personas con rentas bajas y romperá «el insostenible modelo financiero» de las universidades estadounidenses.

En este sentido, el nuevo responsable del MIT criticó que la realidad económica de las universidades de EE.?UU. haya generado deudas acumuladas que considera «inaceptables». Este rigor concuerda con la gestión de Reif en los últimos años al frente del Rectorado del MIT, que fue clave para que la comunidad universitaria lo eligiera en mayo como nuevo presidente.

Él se atribuye el haber eliminado hasta 50 millones de dólares de déficit estructural, y haber sido el responsable de idear los recortes en gastos para capear los efectos de la crisis económica mundial.