Cecilia Giménez, la «restauradora» del Ecce Homo, en cama por un ataque de ansiedad

Efe

SOCIEDAD

Cecilia Jiménez, atendiendo a las cámaras de TVE
Cecilia Jiménez, atendiendo a las cámaras de TVE TVE

Sus allegados afirman que está «desganada» debido al revuelo formado por el caso

23 ago 2012 . Actualizado a las 22:08 h.

Cecilia Giménez, la anciana que intentó restaurar el Ecce Homo pintado en uno de los muros de la iglesia del Santuario de Misericordia de la localidad zaragozana de Borja, guarda cama por un «ataque de ansiedad».

Vecinos y allegados de la mujer han informado hoy a Efe de que la anciana, de 81 años, se encuentra en la cama con un ataque de ansiedad desde que ayer diera la vuelta al mundo la noticia del «destrozo» que involuntariamente provocó a una imagen de Jesús, de escaso valor artístico, pintado en uno de los muros de la iglesia.

Las fuentes han señalado que estaban tratando de que la mujer ingiriera alimentos, ya que estaba «desganada» debido a su estado de ansiedad.

La vivienda de Cecilia Giménez se encuentra a escasos metros de la iglesia del Santuario de Misericordia de Borja, donde llevó a cabo «motu proprio» labores de restauración del Ecce Homo sin disponer de los conocimientos necesarios para ello.

La mujer, en declaraciones que hizo ayer a TVE, dijo que el cura estaba al tanto de lo que hacía, así como la mayor parte del pueblo: «todo el mundo que entraba en la iglesia me veía pintando, nunca lo hice a escondidas», dijo, y se preguntó: «¿Cómo lo voy a hacer yo sin que me lo digan?».

El Ayuntamiento de Borja no descarta la posibilidad de emprender acciones legales contra la anciana por cuya acción el Ecce Homo, muy deteriorado en sí, ha quedado «totalmente destrozado», según dijo a Efe el concejal de Cultura, Juan María Ojeda.

Ojeda señaló, no obstante, que hay que tener en cuenta muchas cuestiones, entre ellas que se trata de una obra no catalogada por lo que «el nivel de agresión es diferente», al tiempo que apuntó que la atención mediática dedicada a este asunto ha sido «desproporcionada».

Fuentes de la Diócesis de Tarazona, a la que se adscribe la parroquia de Borja, han dicho a Efe que la polémica surgida en torno a este caso se ha «extralimitado».

A juicio de estas fuentes, «las cosas se han exagerado, y más si tenemos en cuenta que en cualquier pueblecito mujeres con la mejor intención retocan el dorado de un retablo sin darse cuenta de que no lo hacen bien».

El próximo lunes está previsto que un grupo de restauradores profesionales analice los daños causados a la pintura para determinar si es posible su recuperación.

El Gobierno de Aragón no ha intervenido en todo este asunto ya que, según indicó a Efe, se trata de una obra «no catalogada» y, por tanto no es competencia del ejecutivo autonómico.