El notable aumento de las temperaturas vuelve a abarrotar playas y piscinas
09 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Con la calma propia de quien sabe que lo peor -o lo mejor, según se mire- aún está por llegar, así recibieron ayer los gallegos y los visitantes de la comunidad el primer embate de la ola de calor que se dejará sentir estos días.
Según la predicción de MeteoGalicia será hoy y mañana cuando la incidencia de los vientos cálidos que soplan desde el sur peninsular alcanzará sus cotas más altas, pero en muchos puntos de Galicia -en especial del interior- ya pudieron experimentar ayer lo que supone estar por encima de los 30 grados, e incluso aproximarse a los 40.
La alerta amarilla por altas temperaturas en una parte del interior de Ourense quedó plenamente justificada a tenor de las cifras alcanzadas en esa zona, y que también se dejaron sentir en algunas localidades del centro y del sur de Lugo. En la ciudad de As Burgas los termómetros llegaron a los 37,2 grados y en otros puntos de la provincia superaron ese guarismo (37,3 en Arnoia y 38,3 en Leiro), aunque la palma se la volvió a llevar la localidad lucense de Ferreira de Pantón, donde los vecinos tuvieron que hacer frente a unos redondos y abrasadores 40 grados.
Las sombras, los aparatos de aire acondicionado, las playas fluviales y las piscinas fueron algunos de los refugios recurrentes en las zonas del interior de Galicia -en los municipios de A Coruña y Pontevedra más alejados de la costa también rondaron los 30 grados- para empezar a hacer frente a un calor que hoy volverá a aumentar.
En el litoral, donde los termómetros se movieron entre los 25 y los 30 grados, los arenales volvieron a mostrar su mejor cara, aunque no de forma homogénea. Mientras que en algunos puntos de las Rías Baixas, las brumas intermitentes contribuyeron a evitar las aglomeraciones playeras propias de esta época del año, un poco más al norte fueron muchos los que pudieron gozar de una auténtica jornada típicamente veraniega.