Achuchones en el buque escuela

La Voz

SOCIEDAD

Mónica Irago

El «Juan Sebastián de Elcano» atraca entre nervios y expectación

16 jul 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Mezcla de acentos y de colores en el Muelle de Torpedos de la Escuela Naval Militar de Marín. Es la espera del Juan Sebastián de Elcano, el buque escuela con 69 guardiamarinas a bordo que está a punto de atracar tras realizar el 83.º crucero de instrucción. Además de familiares, no faltan las cámaras de fotos y los móviles entre los niños del campamento de un colegio y un grupo de cadetes de la Academia Naval de Annápolis (Estados Unidos), invitados al acto.

El Elcano entra en el muelle a ritmo de un pasodoble de la banda de música. Lo siguen de cerca varios veleros. El buque, con sus cuatro palos y una gran bandera de España, ya casi se puede tocar. Silencio, pese a la impaciencia, durante todo el tiempo -veinte minutos- que dura la maniobra de atraque. La primera de las guías que se lanza a tierra acaba en el agua. Poco antes de las dos de la tarde se fija la escalera y sube a bordo el comandante director de la Escuela Naval, Juan Luis Sobrino Pérez Crespo. Ahora suena el himno de la Armada y las ganas de abrazar y de comer a besos a los guardiamarinas ya no se aguantan. No importa la edad.

Asunción, una anciana que ansía «achuchar» a su nieto Antonio José Pérez, se quiere colar entre los periodistas. Le dicen que tiene que esperar. Jorge Fernández Navarrete, oficial de navegación, comenta en el Elcano que el viaje, que se inició en Cádiz el 1 de abril, fue «muy bueno, con solo dos o tres días de tormenta y mala mar». Explica que visitaron los puertos de Tenerife, La Habana, Nueva York, Norfolk y Saint Maló (Francia). Desde el 10 de julio el buque escuela participa en la Regata de Grandes Veleros 2012 organizada por el Sail Training Internacional. Pese a ello, el oficial dice que están al tanto de los recortes del Gobierno: «Tenemos un plan de austeridad que también nos hace apretarnos el cinturón». Asunción puede por fin achuchar a su nieto, al que se le hizo «un poco larga» su primera instrucción. Sol Piedad Varón busca con la mirada a su hijo Jonathan, un colombiano de 23 años. «Ya va a terminar esto y lo puedo abrazar. Nos hace mucha falta». Pero el tiempo para disfrutar es poco. El Elcano deja Marín esta misma tarde.

Cristina barral