La paga a familiares que cuidan dependientes se recorta un 15 %

andrés losada a. l. redacción / la voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La reforma, que se aprobará el viernes, prima los servicios profesionales

11 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Más servicios profesionales y menos cuidados por parte de familiares. Esa es la política que inspira la reforma de la ley de dependencia que ayer pactaron el Gobierno y las comunidades autónomas, y que supondrá, entre otras medidas, un recorte del 15 % de la ayuda que perciben quienes tienen personas dependientes a su cargo. Ahora mismo se cobra una media de 400 euros, con lo que se perderían al mes 60 euros. Además, no se les pagará la Seguridad Social en el caso de los familiares de los nuevos dependientes.

La conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, explicó que «vaise a fomentar algo que desde esta comunidade estamos non so demandando, senon levando á practica, que é fomentar a prestación dos servicios fronte as pagas ao coidado familiar». «Esto vaise facer -añadió Mato- nunha manera na que se va a potenciar a formación do coidador, de xeito que se hai un coidador no seo da unidade familiar teña un coñecemento que garanta una calidade de atención e, sobre todo, ponderando e priorizando económicamente a aquelas comunidades autónomas que den máis servicios fronte as pagas, como é o caso de Galicia».

Según Mato, el actual Gobierno de la Xunta, «desde que chegou hai tres anos, no seu desenvolvemento xa ten máis do 60 % das prestacións dos dependentes en residencias, en centros de días, en definitiva, en servicios».

Por su parte Inés Rojas, consejera de Canarias, destacó que su comunidad prioriza la atención profesional también en el domicilio de los dependientes, porque genera más empleo, proporciona una atención de mayor calidad a los usuarios y, además, «saca y libera a las mujeres», que son las «eternas cuidadoras».

Otra novedad de la ley, que será llevada al Consejo de Ministros del próximo viernes, es la eliminación de la retroactividad: durante dos años, las personas que hagan su solicitud para entrar en el sistema de dependencia no acumularán derechos económicos, y esto afecta también a aquellas que ya se encuentran en lista de espera.

Desaparecen los niveles

La reforma también trae consigo la desaparición de los niveles de gravedad (1 y 2) con los que se cataloga a cada dependiente en los grados. También se establecerá un copago, incluidos los dependientes con discapacidad, en función de los ingresos de cada usuario. La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, destacó que «se agilizan los servicios» y se priorizará en las listas de espera «al gran dependiente y al dependiente severo».

«Hemos logrado un gran acuerdo que mejora el sistema y su viabilidad», señaló Ana Mato, que aseguró que la dependencia hasta ahora era «insostenible y necesitaba un cambio urgente», ya que en los últimos años estaba «colapsada», como lo demuestra el hecho de que más de 300.000 personas están aún en lista de espera.

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Un 8,36 % del total

El dinero se destina a comedores sociales, albergues, residencias y teleasistencia.