Fukushima fue un accidente evitable causado por el hombre

R. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un informe oficial culpa al Gobierno y a la operadora de la planta nuclear

06 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El accidente nuclear de Fukushima, el segundo más importante de la historia después del Chernóbil, no fue originado por una catástrofe nuclear como el terremoto y posterior tsunami, sino que fue un siniestro evitable y atribuible de forma directa a la acción humana. Ésta es la dura y contundente conclusión del informe elaborado por un panel de expertos encargado por el Parlamento.

La investigación no supone solo un duro varapalo para el Gobierno de Japón, tanto para el que gestionó el desastre como para los anteriores que no hicieron nada por evitarlo, sino también para la empresa eléctrica que gestionaba la planta, Tepco, y para el organismo regulador que vela por la seguridad nuclear en el país. Todos actuaron en «connivencia». «A pesar de que hubo varias oportunidades para tomar medidas, las agencias de regulación y la dirección de Tepco, deliberadamente, no hicieron nada, postergaron sus decisiones o tomaron las medidas que les convenían. No se tomó ninguna medida de seguridad en el momento del siniestro», recoge el documento, que en otro momento deja bien claro que «las causas directas del accidente eran todas previsibles antes de marzo. No se puede contemplar como un desastre natural. Por lo tanto, concluimos que fue claramente causado por el hombre».

Parte de estas conclusiones se argumentan en el hecho de que había estudios científicos que alertaban, mucho antes del 12 de marzo del 2011, que la planta nuclear de Fukushima no era segura dado el riesgo sísmico de la zona y que lo más probable es que no pudiera resistir un maremoto, tal y como ocurrió, pese a que la empresa operadora, Tepco, se justificó reiteradamente en el que el tsunami que asoló la central era mayor que cualquiera de los previstos.

Otra de las conclusiones demoledoras apunta a la intención del gobierno y de los responsables de la instalación nuclear de minimizar las consecuencias del siniestro, a lo que también ayudaron los medios de comunicación. Pero la culpabilidad, según el dictamen, se extiende de forma indirecta a toda la sociedad nipona. «Sus causas fundamentales -expone- deben ser halladas en las convenciones arraigadas de la cultura japonesa: nuestra obediencia reflexiva, nuestra renuencia a cuestionar la autoridad, nuestra devoción a no abandonar nuestro programa, nuestro grupismo y nuestra insularidad». El premio Nobel Kiyoshi Kurokawa, que presidió la comisión, incluso llegó a a asegurar que lo ocurrido fue «un desastre made in Japan».

Varapalo al sector nuclear

El informe no es solo un duro varapalo para los gestores del siniestro de Fukushima, sino que también es un correctivo al modelo de energía nuclear en Japón, especialmente en un momento en el que el que se acaba de reabrir la planta atómica de Oi, la primera que reanuda la actividad después del siniestro. La planta se ubica, según los sismólogos, cerca de una falla activa, con lo que podría revivirse el desastre ya conocido. O, lo que es lo mismo, las lecciones de Fukushima parecen haber caído en saco roto.

«No fue un desastre natural. Fue un desastre hecho por el hombre que pudo haberse evitado»

Informe de los expertos