El supermelón español, más cerca

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ | REDACCIÓN

SOCIEDAD

Un consorcio público y privado secuencia el genoma de la especie, la llave para hacerla más nutritivo y resistente a enfermedades

02 jul 2012 . Actualizado a las 23:06 h.

Es el primer genoma enteramente español. Un consorcio formado por nueve centros de investigación públicos y privados del país ha logrado la secuencia genética del melón, una de las especies de mayor interés económico del mundo y de la que España es el primer productor mundial. «El genoma es una herramienta muy poderosa que nos permitirá avanzar en el futuro en la mejora genética de la especie», explica el investigador del Centro de Investigación Agrogenómica (CSIC) Pere Puigdomenech, el coordinador del estudio. El mapa de los genes del melón abre, en teoría, la vía para mejorar la resistencia del cultivo a las enfermedades y para perfeccionar sus características de calidad, como la forma, el color, el sabor o su contenido en azúcar. «Aquí en España, por ejemplo, nos interesa lograr melones con alto contenido en azúcar, a diferencia de en Asia, donde no les gustan tan dulces», precisa Puigdomenech. La manipulación genética a partir del conocimiento de su genoma permitirá, por lo tanto, adaptar la planta a los intereses de producción que se consideren oportunos.

De la secuencia genética llama la atención el escaso número de genes, 411, con capacidad de proporcionar a la especie resistencia a las enfermedades. «Llama la atención que sean tan pocos ?constata el investigador del CSIC- lo que revela que la especie dispone de otros mecanismos que la confieren protección».

Otro aspecto de interés para el estudio es el relacionado con la maduración de la fruta, proceso en el cual se definen características como el gusto y el aroma. Los investigadores han identificado hasta 89 genes relacionados con alguno de estos procesos.

De la investigación, que es la primera iniciativa público-privada española que consigue un genoma completo de una especie superior de plantas, también destaca la tecnología utilizada. «Hemos utilizado ?indica Puigdomenech- la secuenciación masiva, que ha sido más rápida y barata, una tecnología para este tipo de estudios que hemos traspasado a las empresas y a otros grupos de investigación». El estudio aparece publicado en la revista científica PNAs.