Kina Fernández, equilibrio entre lo cómodo y lo sofisticado

EFE

SOCIEDAD

La diseñadora gallega ha presentado una colección práctica, urbana y desenfadada

03 feb 2012 . Actualizado a las 23:44 h.

Pocos tacones, mucho botin y más bailarinas desfilaron hoy a última hora de la tarde sobre la pasarela de la tercera jornada de la Fashion Week de Madrid durante el turno de la diseñadora gallega Kina Fernández. Fiel reflejo de lo que la modista quería transmitir con sus propuestas para la próxima temporada: comodidad equilibrada con la sofisticación. La gallega ha llegado a Madrid con una colección urbana muy «ponible», práctica y funcional, sin perder el punto de elegancia y lujo. Todo en su justa medida.

Todos estos conceptos se han visto reflejados en una prendas elaboradas a base de tejidos como las lanas cocidas con acabado engomado o plastificadas, telas impermeables y encaje con base de neopreno. Chaquetas y abrigos tipo Chanel, jesrseys de punto, hombreras y talle alto y, en cuanto los vestidos, una firme inspiración en los años veinte para los de día, y en los cuarenta para la noche. Los pliegues ha sido la revelación estrella de la diseñadora.

David Delfín

David Delfín ha decidido vestir a la mujer de la próxima temporada otoño-invierno con faldas de tubo, cazadoras de motorista y luminosas prendas blancas, una propuesta con la que celebra su décimo aniversario sobre la pasarela madrileña.

Arropado por los susurros de Bimba Bosé, la firma Davidelfín ha presentado hoy Will -voluntad-, una colección en la que a partir de la cazadora de motorista crea una serie de prendas adornadas con cremalleras y tintadas en blanco, negro y gris. El color lo reserva para los accesorios.

«Me encanta la jacket biker, lleva implícito un espíritu rebelde que adoro», dice el diseñador, quien descompone y da la vuelta a la cazadora hasta crear faldas, pantalones, abrigos e incluso un mono de noche con la espalda al aire y herrajes dorados.

Sobre tacones de más de 15 centímetros firmados por Christian Louboutin, las modelos exhiben vestidos cosidos con tejidos tecnológicos que imitan la piel e inmaculadas camisas blancas con detalles de cintas reflectantes. «Este adorno habla de luz, una luminosidad que permite que te vean, no es más que una metáfora al comercio interior y exterior», cuenta el creador.

Como novedad, el diseñador malagueño presenta piezas deportivas y muy urbanas realizadas con piel. «Gracias a la gran Elena Benarroch he creado una falda, un abrigo y una sudadera de mouton combinado con blanco, una colaboración que espero que no sea solo puntual», dice.

El estampado de pantera también es una novedad en el trabajo de Delfín, que lo utiliza para coser vestidos con cremalleras en la espalda, faldas de tubo con cintura alta y trajes de chaqueta. Estampado que vuelve a usar para confeccionar prendas masculinas, entre ellas bermudas, pantalones pitillos y americanas de dos botones. Y ataviados con ese estampado felino, la modelo y cantante Bimba Bosé junto a Alaska y Mario Vaquerizo entonaron Absolutamente, canción de Fangoria, con la que el diseñador puso el broche de oro a un desfile que el mismo califa de voluntarioso. «Donde hay voluntad, hay un camino», concluye.

Teresa Helbig

La más madrugadora del tercer día de la pasarela madrileña ha sido la diseñadora Teresa Helbig, que ha presentado hoy una colección de aspecto frágil y lánguido con certeros apuntes de alta costura, un trabajo inspirado en la época dorada del jazz. «Esta colección es una continuidad de toda mi trayectoria, me encantan los patrones de los años 20 y de los 70, y ahora los he querido trabajar con mayor mimo», ha explicado la creadora.

Teresa Helbig se mantiene fiel a su estilo y propone vestidos de mañana y de tarde de talle largo, con corte a la cadera. En los diurnos adquiere protagonismo el cuero y la lana, mientras que en los de noche las puntillas juegan con los tules y las gasas. Algunos de los vestidos han presentado maravillosos bordados a base de pedrería, cristales de colores, perlas y diminutas bolitas doradas y plateadas, un trabajo artesanal y muy valioso que sitúa a estas creaciones junto al altar de la alta costura. «Uno de los vestidos nos ha llevado bordarlo más de 500 horas», ha apuntado.

A lo largo del desfile se vieron delicados vestidos de pata de gallo de exquisito gusto junto con chalecos de plumas y cuerpos impecables. Bellísimas han resultado las mangas muy ceñidas, terminadas en forma de lirio así como los pantalones y short de talle alto.

La paleta cromática de la diseñadora ha sido breve, pero con mucho poderío, se ha mecido entre el verde esmeralda, el fucsia magenta y el negro. «Aunque me apetecían colores rotundos, el tono nude no podía faltar, es mi color fetiche», ha dicho Helgig.

Ha cerrado el desfile un top bordado en oro y plata con el que ha confeccionados tres modelos para vestir de noche. Primero conjuntado con un short, segundo con falda a la rodilla y el tercero con una falda larga de corte sirena.

Ante tanta delicadeza y sofisticación, la diseñadora ha querido dar un toque canalla a su colección. Para ello, ha recurrido a unas botas de color rosa empolvadas de cowboy, firmadas por Juan Antonio López, y como resultado ha surgido una mujer valiente.