El Pentágono, ese inventor

TATIANA LÓPEZ NUEVA YORK / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Los recortes en Defensa de EE.UU. pueden poner en peligro la innovación tecnológica en un departamento del que surgieron el rayo láser o Internet

30 ene 2012 . Actualizado a las 07:10 h.

Internet, el rayo láser o incluso iPod donde escuchamos música. Aunque cueste creerlo, el responsable de todos estos inventos no es una empresa de investigación, sino el Ejército de los Estados Unidos, uno de los mayores inversores de ciencia de la historia, y cuyos próximos recortes presupuestarios amenazan con poner en peligro la innnovación tecnológica en el país norteamericano.

Con una deuda cercana a los 15 billones de dólares, el déficit más alto de toda su historia, la Casa Blanca se ha propuesto hacer cuadrar las cuentas y para ello ha decidido reducir el presupuesto del ejército en un 18 %, lo que supondría el mayor recorte desde sus inicios.

Concretamente, se calcula que en los próximos diez años el Pentágono tendrá que ajustarse el cinturón en 400.000 millones de dólares, una cifra a la que podrían sumarse otros 500.000 millones si el Congreso no logra finalmente un acuerdo presupuestario. Un recorte que podría significar un desastre económico para los miles de investigadores que deben su pan diario al Ejército estadounidense.

El ejército de EE.?UU. invierte en investigación y nuevas tecnologías alrededor de un 12 % de su presupuesto anual, unos 80.000 millones de dólares. Esta cifra supone casi más de la mitad de lo que el país gasta en ciencia y la mayor partida para investigación del mundo.

Un derroche de dinero que ha demostrado ser una de las mejores inversiones en la historia del Gobierno estadounidense según cuentan las hemerotecas. Sólo en el cuerpo de la marina se acumulan 59 premios Nobel, entre ellos el otorgado al científico Charles H. Townes, cuyos estudios para el Ejército sobre los rayos láser acabaron dando lugar al cedé o a la cirugía ocular.

Inventos como Internet, las computadoras o incluso la radioterapia deben su nacimiento a las inversiones millonarias que coroneles y generales decidieron en su día.

Pero quizá ningún otro como el famoso iPhone simboliza mejor hasta qué punto la investigación militar es reponsable de mucha de la tecnología sin la que hoy nos sería imposible vivir. Gracias al dinero del ejército, por ejemplo, se realizaron los primeros estudios en microchips, fundamentales en cualquier producto tecnológico.

Programas universitarios

También la fundación de las comunicaciones móviles debe su nacimiento a los dólares que salieron del Departamento de Defensa, mientras que la tecnología del GPS nació gracias a un programa militar desarrollado en la década de los noventa y bautizado con el nombre de Navstar.

Por último, la revolucionaria tecnología táctil imprescindible para el producto de Apple tuvo sus primeros albores en la Universidad de Delaware, una de las muchas que reciben anualmente dinero del Pentágono.

Precisamente, uno de los efectos colaterales que tendrá el recorte en el presupuesto será la muerte de muchos programas universitarios. Muchas industrias, como las que hicieron surgir el Silicon Valley, se crearon a la sombra de facultades que nadaban en la abundacia gracias a los gastos militares.

El Ejército ha jugado también un papel fundamental en el desarrollo de tecnologías incipientes, o tecnologías de riesgo, en las que normalmente el sector privado es más reticente a invertir.