Proliferan las instalaciones astronómicas construidas por particulares, ladrillo a ladrillo, de la mano de una ciencia que ha convertido a Galicia en un referente en España
23 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El planeta Júpiter tiene dos segmentos horizontales, como de color rojizo, que se llaman bandas ecuatoriales. El gas metano recubre la banda sur (la de arriba), que queda oculta como por un manto de niebla hasta que una erupción la regenera de nuevo. La primera imagen europea de la regeneración de la Banda Ecuatorial de Júpiter en diciembre del 2010 la tomó un astrónomo aficionado gallego con un telescopio fabricado por él y desde un observatorio que construyó en su casa de Seoane (Ourense), ladrillo a ladrillo.
«Se me adiantou un filipino, Christopher Go, que colleu a rexeneración un día antes», admite Camilo Fumega, de profesión soldador y que lleva más de treinta años observando el cielo. Su hallazgo fue publicado en la revista Astrum, de la Agrupación Astronómica de Sabadell.
Camilo, que cuelga sus trabajo en la web Astrocamy, fabricó el tubo del telescopio «con fibra de vidro e un espello de 31 centímetros» que mandó «a un óptico italiano para parabolizado. Con el vexo o quásar 3C273, a 2.200 millóns de anos luz da Terra».
Camilo es uno de los numerosos émulos de Galileo que están levantando observatorios artesanales en Galicia, que se está convirtiendo en una de las referencias en España en esta ciencia, según confirma Borja Tosar, máster en Astrofísica por la Universidad de Valencia y colaborador del Planetario de la Casa de las Ciencias de A Coruña: «Tenemos al menos 25 recursos astronómicos en la comunidad entre observatorios, clubes de astronomía, agrupaciones... y un planetario».
En una cúpula geodésica
De este caldo de cultivo nace la creatividad de Pablo Caneiro, informático de Carballo que ha levantado una cúpula geodésica en la terraza de su casa. «Esta forma, de pentágonos e hexágonos, é moi forte e dá unha grande estabilidade á estrutura». De hecho, hizo una primera prueba con cartulina y le costó destruirla.
La de verdad está fabricada con placas de polietileno (105 triángulos) sobre una base cilíndrica de ladrillos. El techo es corredizo para que asome el telescopio, que está conectado a un pecé y permite un manejo remoto y ver las imágenes desde un portátil o un teléfono inteligente. «Non é necesario que me quede na cúpula para manexalo. De feito, se estou dentro teño que quedar quieto para que as vibracións non movan a imaxe. Hai tamén un control de nubes -añade- que pecha automaticamente a fiestra se hai risco de que chova».
La parte superior de la cúpula gira 360 grados sobre una cadena de su propia invención, con el movimiento del telescopio sincronizado. El mecanismo de rotación es posible gracias a un ingenioso sistema de ruedas de monopatín sobre las que se apoya la cúpula, y a la energía que produce «o motor do limpaparabrisas dun coche».
Caneiro es también el administrador de la página web Astromania.es. La inauguración en el 2009 del Gran Telescopio de Canarias (el Grantecán) sirvió para rebautizar el suyo con idéntico acrónimo, por lo que es conocido en Galicia como Gran Telescopio de Caneiro.
Ovejas y telescopios
La Galicia rural se mezcla con la más innovadora tecnología en Pedrafita de Parga (Lugo), donde las ovejas pastan mansamente junto al observatorio Porta Coeli (en latín, la puerta del cielo), una creación del diseñador gráfico Moisés Lameiro, que interpreta con humor tan abrupto contraste. «La primera vez que le enseñé Saturno en el telescopio a una señora de la aldea me comentó sorprendida: ??¡Agora hai de todo!??».
Tanto el observatorio, de techo corredizo, como el telescopio fueron construidos por Moisés, diseñador gráfico, que utiliza la instalación para explorar «nebulosas y exoplanetas, que se detectan porque tapan por un instante la luz de una estrella al pasar por delante».
Tampoco su creación está desprovista de ingenio. Un ventilador acoplado al sistema impide que el rocío empañe los espejos del telescopio.
Esta cifra incluye observatorios, agrupaciones, clubes y un planetario.
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Recursos astronómicos en Galicia