Quejas vecinales por el ruido de los clientes de discotecas que salen a fumar

EFE

SOCIEDAD

En la Noche de Reyes, se arreciaron las llamadas a la Policía Local de Vigo para quejarse del jaleo generado por los fumadores

07 ene 2011 . Actualizado a las 18:39 h.

La aplicación de la nueva Ley Antitabaco sigue generando situaciones de conflicto, la última: el ruido que generan los clientes de pubs y discotecas que, respetando la normativa, salen a la calle a fumar en corrillo y cuyas animadas tertulias molestan a los vecinos de las zonas de ocio nocturno.

Esta problemática ya se constató en la Noche de Reyes, cuando arreciaron las llamadas a la Policía Local de Vigo para quejarse del jaleo generado por los fumadores, tal y como confirmó a EFE el presidente de la Asociación Viguesa contra el Ruido, Javier Quintana.

Quintana detalló que la policía llegó a personarse en la zona de ocio «pero no pudo hacer gran cosa», ya que la gente «parece estar concienciada y salió a la calle cumpliendo la ley», por lo que se mostró partidario de variar la normativa para habilitar espacios para fumadores dentro de las discotecas.

Una reivindicación que comparte con el portavoz de Ocio Nocturno de la Federación Provincial de Hostelería de Pontevedra, Manuel Bueno, quien manifestó a EFE que ya se esperaba esta situación, la de las quejas vecinales por el ruido de los fumadores, antes de que efectivamente se produjera.

Bueno subrayó que «ahora está sucediendo lo mismo que cuando se permitía sacar copas» de los locales nocturnos «y los vecinos se quejaban del ruido», especialmente en verano, cuando «se está más fresquito fuera que dentro» de las discotecas.

Reivindicó «una excepción» de la Ley Antitabaco para los locales de ocio nocturno o, de lo contrario, «que pongan medios, como policías en la calle», para que cuando se requiera su presencia por una infracción de este tipo, acudan «de inmediato», si bien es consciente de que eso en la práctica es «imposible».

Otra de las quejas del sector de los hosteleros del ocio nocturno de Vigo es la dificultad de mediar entre clientes que discuten porque alguien «con dos copas de más» enciende un pitillo y es increpado por ello. «Ahora tenemos que hacer de policías», se quejó Manuel Bueno, quien habló de «situaciones de tensión» que el Gobierno, con la nueva Ley Antitabaco «nos ha trasladado», y que cree serán inevitables durante «un periodo de transición».