Muchos niños de todo el mundo se han criado en los últimos 40 años con Barrio Sésamo. Epi, Blas, Coco, Triki, el conde Draco, la gallina Caponata o Don Pimpón figuran en el Olimpo de los personajes infantiles. De forma equivocada. En la actual sociedad estadounidense, sus andanzas no son apropiadas para los menores de edad.
Según publican medios del otro lado del charco como el New York Times, la edición más reciente en DVD de las dos primeras temporadas de la popular serie (que ofrecen los capítulos emitidos de 1969 a 1979) incluye una advertencia: los contenidos son sólo para adultos.
¿Qué puede haber llevado a algún editor a situar esa advertencia sobre una serie aparentemente tan blanca? Una vieja leyenda urbana sostiene que la cohabitación en camas separadas de Epi y Blas tenía un motivo fundamental: eran gais. Y el pobre Triki no mantenía una dieta saludable. De hecho, en las versiones modernas de la serie, ya no engulle galletas con ritmo frenético. Ahora devora zanahorias.
Pues que los modelos de comportamiento de los personajes pueden no ser aceptables hoy en día para muchos telespectadores suspicaces, que buscan segundas intenciones en cualquier escena, sobre todo en una sociedad tan puritana como la estadounidense, capaz de convertir un pecho femenino en un escándalo nacional.